Vistas de infarto a grandes alturas, descubre los Picos de Europa
La cadena montañosa que compone los Picos de Europa tiene 40 cumbres de más de 2.500 metros de altura, casi todas ellas en el macizo central o de los Urrieles. Pero si quieres disfrutar de unas vistas sin igual, no necesitarás subir a estas cimas; basta con saber dónde están los mejores miradores. Toma nota:
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Mirador del Cable, el balcón de los Picos de Europa
Junto a la estación superior del teleférico de Fuente Dé, en Cantabria, podrás ver como una estructura de hierro, tipo balcón, sobresale de la montaña: es el mirador del Cable. Caminar sobre él no es apto para personas con miedo a las alturas, pero valdrá la pena, al menos por sus vistas. Situado a 1.843 metros de altura, muestra una inmensa panorámica de las majestuosas cumbres más cercanas al macizo central de los Picos de Europa y los profundos valles lebaniegos. Se accede a él en apenas cuatro minutos a través del teleférico y es punto de partida de interesantes rutas.
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Mirador del Pozo de la Oración, las mejores vistas del Naranjo de Bulnes
Justo antes de llegar a la localidad de Poo de Cabrales, en Asturias, encontraremos un aparcamiento señalizado como Mirador del Pozo de la Oración. Detente allí, y prepárate para disfrutar de una de las panorámicas más representativas de los Picos de Europa: la majestuosidad del afamado Naranjo de Bulnes. Desde este mirador de fácil acceso verás como los picos del macizo de los Urrieles, como el de Peña Castil o el de Los Campanarios, enmarcan el deslumbrante Naranjo de Bulnes o Pico Urriellu (2.519 m). Una vista donde también destacan los colores: del verde de las praderas y bosques, al plateado del granito del pico más ilustre.
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Mirador de la Princesa, con los lagos a tus pies
El Mirador de La Princesa, en Asturias, se encuentra en las inmediaciones del Lago Enol (lagos de Covadonga). Es de fácil acceso: tan solo hay que ir en dirección a Covadonga desde Cangas de Onís y tomar la carretera a Los Lagos. El mirador, que es de forma semicircular y cuenta con una superficie de 20 metros cuadrados, se encuentra a 1.100 metros de altura. Desde allí arriba podrás disfrutar de una espectacular panorámica de las cumbres del macizo de los Urrieles y del macizo de Cornión; pero por lo que es característico, es por sus vistas al Lago Enol.
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Mirador del Tombo, el mirador de los rebecos
En la vertiente leonesa de los Picos de Europa se encuentra uno de los miradores más emblemáticos del Valle de Valdeón: el mirador del Tombo. Para llegar hasta allí hay que tomar la carretera que une Posada de Valdeón con el pequeño pueblo de Caín. Sabrás que has llegado porque toparás con una cruz de forja y una columna de piedra sobre la que se sitúa la escultura de un rebeco, obra de José Luis Coomonte en honor a este bóvido presente entre los tilos del Valle de Corona. En cuanto a las vistas, prepárate para ver las imponentes cumbres del macizo de Urrieles y el macizo de Cornión, y trata de identificar alguna senda de rebecos. En el Parque Nacional de los Picos de Europa aún encontrarás 23 miradores más en los que disfrutar de distintas vistas de estos macizos, un plan ideal para escoger tu próxima cumbre.