Sobrevuela España en parapente. Unas vacaciones de altura
Vivir en una península te permite, gracias a sus miles de kilómetros de costa, disfrutar tanto del verano como de los meses de más frío. Por ejemplo, volando en parapente sobre el mar o sobrevolar los escarpados precipicios de algunas de sus playas. Además, el país cuenta con importantes sistemas montañosos que abarcan casi la mitad del territorio nacional como Sierra Morena, los Montes de Toledo, los Pirineos... Algunas de sus cimas se usan a modo de pista de despegue para deportes extremos como el paracaidismo y el parapente. En España encontrarás una gran oferta de escuelas y cursos para aprender a volar en parapente desde cero. Y si lo que quieres es vivir la experiencia de manera puntual, siempre podrás ir acompañado por un instructor encargado del manejo del parapente, mientras tú te centras únicamente en disfrutar de las vistas.
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Valle del Jerte
Si visitas el Valle del Jerte en primavera, podrás volar sobre paisajes de cerezos en flor, un auténtico espectáculo de la naturaleza. Al ubicarse entre Plasencia y la Sierra de Gredos, algunas de las cumbres más altas de este grupo de montañas se han convertido en un punto de encuentro para parapentistas. Así, desde las cimas de La Covacha (2.399 metros de altura) y El Pitolero (1.352) podrás ver, como nunca antes, el Valle del Jerte y sus vecinos el Valle del Ambroz y la Sierra de Gata.
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Lleida
La belleza paisajística de los vuelos en el pueblo de Organyà, con los Pirineos de fondo, han hecho de esta localidad un destino muy popular para la práctica del parapente, hasta el punto de que fue sede de la Liga Nacional de Parapente en 2013. La sierra del Montsec, entre Lleida y Huesca, también es un lugar que reúne a muchos aficionados a este deporte, y es que el microclima que se genera propicia la calidad de los vuelos. Podrás despegar desde las alturas de la cumbre del Cogulló, en el pueblo de Vilanova de Meyá. O a cinco minutos en coche desde este municipio, en Santa María de Meyá, con su sierra de Sant Alís como pista de despegue.
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Vejer de la Frontera
A poco más de media hora de Cádiz, te espera Vejer de la Frontera. Un pueblo de casas blancas recostado sobre un pequeño monte. Si pasear por las callejuelas de esta localidad es una verdadera alegría para la vista, imagina lo que puede ser verlo desde las alturas. La muralla que rodea el pueblo, los campos de su alrededor y la costa a tan solo ocho kilómetros, aseguran un vuelo de bonitos contrastes.
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Sopelana
Las playas salvajes del País Vasco son toda una delicia para este deporte. A menos de 30 minutos de Bilbao, podrás sobrevolar algunas de ellas en Sopelana, un pueblo costero de Bizkaia. Allí, en las playas de Atxabiribil, Meñakoz y Barinatxe, también conocida como “La Salvaje”, ubicada entre Sopelana y Getxo, es habitual ver a parapentistas en pleno vuelo. Las vistas a los acantilados que resguardan la playa y las corrientes de viento que vienen directamente del mar, convierten a Barinatxe en un lugar idóneo para practicar deportes de aire casi todos los días del año.