Tal vez te apetezca pasear entre barcas encalladas en la arena, casas de colores que dan al mar y el olor a sal que se respira en los pueblos pesqueros de la costa de Andalucía. Desde la Costa de la Luz hasta la Costa de Almería, la tradición y el espíritu marinero de algunos de estos pueblos brillan, especialmente, por la noche. Cuando los faros sirven a su labor más primitiva: guiar a los marineros perdidos o a aquellos que desean volver a casa. ¿Te animas a hacer una ruta por algunos de los faros de la costa andaluza?
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Faro de Cabo de Gata, Almería
En la zona más suroriental de España, se encuentra el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, en Almería. En este entorno, un faro fue levantado en el año 1863 sobre las ruinas del antiguo Castillo de San Francisco de Paula. El motivo de su construcción fue el peligro que suponía para los barcos el arrecife de la Laja del Cabo, ya que causó numerosos naufragios. Desde entonces, el faro ilumina la costa desde lo alto de un acantilado de, aproximadamente, 50 metros. Y, a los pies del faro, las vistas son igual de increíbles, pues encontrarás el Mirador de las Sirenas. Desde allí, podrás observar los restos de las chimeneas volcánicas de este arrecife.
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Faro de Trafalgar, Cádiz
Visitar Barbate significa empaparte de las costumbres de los pueblos pesqueros. Por ejemplo, pasear entre los barcos atracados en el muelle, probar una ración de pescado en la lonja del puerto y disfrutar la gastronomía barbateña en sus chiringuitos. Esta bonita localidad de Cádiz atesora el impresionante Parque Natural de la Breña y Marismas del Barbate, y el cabo Trafalgar. Este último fue declarado monumento natural y, a día de hoy, su legendario faro de Trafalgar sigue custodiando la costa. Una torre blanca rodeada por un pequeño desierto de dunas doradas, que todavía guarda el recuerdo de una histórica batalla, enterrada en el fondo del mar.
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Faro de Chipiona, Cádiz
El faro de Chipiona es uno de los mayores símbolos de esta ciudad. La estructura actual del faro se inauguró en 1867 en la punta del Perro, con el fin de que los barcos esquivasen el arrecife que se encontraba cerca de la desembocadura del río Guadalquivir. Con, aproximadamente, 70 metros de altura, es el faro más alto del país, además del tercero de toda Europa y el quinto del mundo. El camino hacia su linterna está compuesto por más de 300 escalones de piedra que se enroscan en una eterna escalera de caracol.
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Faro de Torrox, Málaga
En la Costa del Sol sobresale la punta de Torrox. Este pequeño saliente está coronado por un gigante blanco: el faro de Torrox. A su alrededor, se despliega uno de los yacimientos arqueológicos romanos más importantes de Málaga, sobre la que fue la villa romana Caviclum. Tras tu visita al faro, puedes dar un paseo por las estrechas calles de la localidad de Torrox, flanqueadas por casas blancas y las coloridas flores que cuelgan desde sus balcones.