La Rioja es sinónimo de buen vino. Por eso, te encantará catar sus famosísimos caldos o hacer una ruta por sus bodegas. Además, esta zona de España también es conocida por sus paisajes, por sus monumentos relacionados con el origen de la lengua castellana, por ser “tierra de dinosaurios”, por sus calles para ir de tapas, por sus balnearios o por su infinidad de pueblos con encanto. Viajes solo o en familia, en La Rioja vas a encontrar un plan para ti. Además, al ser una región pequeña de extensión, resulta muy fácil recorrerla entera.
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Buscar el origen de una lengua: Monasterios de Suso y Yuso
La primera parada que puedes hacer es en el pueblo de San Millán de la Cogolla, bajo las cumbres del monte de San Lorenzo, el más alto de La Rioja (2.262 metros). Aquí vas a encontrar los Monasterios de Yuso y de Suso, que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad.San Millán fue un eremita que se instaló dónde está ahora el Monasterio de Suso. Allí todavía se conserva el altar donde daba misa -uno de los más antiguos de España- y fue donde se escribieron los primeros textos en español. De allí salieron importantes manuscritos de la Edad Media. Situado en mitad de la naturaleza, para llegar hasta allí existe un servicio turístico de autobús que hay que reservar previamente en el teléfono +34941373082 o en la oficina de la planta baja del Monasterio de Yuso.El Monasterio de Yuso -el “de abajo”- es más grande y se construyó para ampliar el de Suso en el siglo XI. Su impresionante biblioteca guarda gran parte de la historia del castellano y cuenta con más de 10.000 volúmenes y ejemplares muy valiosos.
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Seguir las huellas de los dinosaurios
Hace más de 120 millones de años los dinosaurios habitaban lo que ahora es La Rioja. De hecho, esta zona de España es uno de los lugares con más icnitas (huellas fósiles) de dinosaurio del mundo. Hay unos 140 yacimientos distribuidos en 20 municipios. Sobre todo si viajas en familia, una divertida opción es hacer la “Ruta de los Dinosaurios”, que pasa por diferentes yacimientos en los que podréis descubrir miles de huellas. Veréis también reproducciones a tamaño real de estos reptiles o curiosidades como un rastro de Iguanodon de 27 metros de largo, el rastro herbívoro más largo de La Rioja.Dos lugares que no os podéis perder son por un lado el Barranco Perdido, un parque de paleoaventura en Enciso que cuenta con el Museo Cretácico, una playa cretácica, un circuito paleontológico y un circuito multiaventura. Y por otro, el Centro de interpretación paleontológica de La Rioja en Igea. Jugaréis a ser exploradores y aprenderéis mucho juntos.
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Visitar Logroño e ir de tapas por la calle Laurel
Logroño es la capital de La Rioja y dedicar al menos un día y una noche para conocer esta ciudad atravesada por el río Ebro merece la pena. Recorre el paseo del Espolón, contempla sus iglesias y sus casas medievales y renacentistas, visita la Concatedral de Santa María de la Redonda o la puerta y arco del Revellín en la muralla…Por la tarde, puedes relajarte en el Parque del Ebro y al caer el sol acercarte hasta el bonito Puente de Piedra. Por la noche, toca ir a la zona más animada de toda la ciudad, la calle Laurel, una de las más famosas de España para ir de tapas.Cada bar de esta calle tiene una especialidad gastronómica con un vino Rioja para acompañar. Por ejemplo, el “champi” del bar Soriano, las patatas bravas del Jubera o las setas del Cid. También están de moda para tomar algo otras calles cercanas como Albornoz o San Agustín.Para llegar, Logroño cuenta con un pequeño aeropuerto a 14 kilómetros del centro y se comunica por tren y autobús con diferentes zonas de España.
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Observar las estrellas en un Destino Turístico Starlight
Desde 2012 la Reserva de la Biosfera Valles del Leza, Jubera, Cidacos y Alhama ha sido reconocida como Destino Turístico Starlight. ¿Y qué significa esto? Que es una de las mejores zonas de España para observar las estrellas gracias a estar alejada de los grandes núcleos de población, a la orografía o al clima. Además, lo que también la hace especial es que cuenta con varios lugares increíbles desde donde ver el firmamento. Por ejemplo, desde el yacimiento de Contrebia Leucade en Aguilar del Río Alhama para conocer los mitos de la cultura celtíbera bajo las estrellas. Desde el dolmen del Collado del Mayo en Trevijano, las dolinas de Zenzano o el Castillo de los Luna de Cornago. Disfrutarás de la noche y del silencio de los pueblos abandonados.En esta zona se organiza además el programa “Noches estrelladas” normalmente en los meses de verano con observaciones guiadas.
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Disfrutar del turismo rural en sus espacios naturales
Además de la Reserva de la Biosfera ya mencionada, La Rioja cuenta con diferentes espacios naturales. Por ejemplo, las Lagunas de Urbión de origen glaciar o la Reserva Natural de Los Sotos de Alfaro, con cientos de ejemplares de cigüeña sobre todo a partir del inicio de la primavera. O también el Parque Natural de Sierra Cebollera con el curioso Parque de Esculturas al aire libre y varias cumbres que superan los 2.000 metros de altura.¿Y qué tal conocer pueblos tan bonitos como Ezcaray o Cornago? Merece la pena reservar un alojamiento rural en cualquiera de estas zonas. Hay de muchos tipos. Por ejemplo, antiguas bodegas rehabilitadas como casas rurales, bonitas casas solariegas, edificios con siglos de historia que ahora cuentan con todas las comodidades…
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Desconectar en sus aguas termales
Después de tanto plan, el cuerpo también merece un descanso. Y qué mejor que dárselo en cualquiera de los dos grandes balnearios de La Rioja. Por un lado, está el de Arnedillo, cuyos orígenes se remontan a la época romana. De hecho, cuentan con una terma romana, pero también con una piscina de olas y un parque termal exterior que aprovecha las aguas hipertermales de carácter minero-medicinal. Además, puedes aplicarte barro termal, un tratamiento que le ha dado fama al balneario ya que es el único español que todavía realiza el proceso de maduración de los barros de forma natural. Por otro lado, está el de Grávalos, con espectaculares vistas al valle y levantado sobre un manantial de aguas minero-medicinales que también eran utilizadas por los romanos. De hecho, cuenta con un circuito romano-irlandés. Y haciendo honor a los famosos caldos de La Rioja, puedes probar su experiencia hidroenológica: un masaje tonificante, acompañado de barro en vino con efecto antioxidante, con degustación de un vino de la tierra.