Castilla-La Mancha, una de las regiones más extensas del interior de España, es un magnífico destino de vacaciones si viajas con niños. ¿Por qué? Porque entre su amplia oferta de planes existen varios en los que te podrán acompañar los peques de la casa. Cuéntales que vais a adentraros en una mina, a ver animales en libertad o a haceros fotos junto a reproducciones a tamaño real de dinosaurios. Plantea vuestro viaje como toda una aventura. ¡Verás como se apuntan enseguida! Estas son solo algunas de las ideas para disfrutar en compañía de toda la familia.
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Parque minero de Almadén
En Almadén, Ciudad Real, encontraréis las minas más antiguas del mundo cuya actividad se ha mantenido hasta nuestros días. De hecho, forman parte del Patrimonio Mundial “Patrimonio del mercurio. Almadén e Idrija”. La visita se organiza a partir de una galería del siglo XVII-XVIII (la única mina histórica auténtica visitable en España). A lo largo de un kilómetro y medio, podréis conocer datos curiosos sobre geología, aprender acerca de técnicas de minería, montaros en un tren minero y, lo más importante, ¡descubrir qué se siente estando bajo tierra en una mina conservada tal cual fue excavada! Las sensaciones emocionantes que vivirán los niños están aseguradas. La visita dentro de la mina dura algo más de una hora y, además, podréis conocer el Hospital de Mineros de San Rafael o el Archivo Histórico Minas de Almadén.
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Parque temático Puy du Fou
Todo empezó en Toledo en 2019 con un sorprendente espectáculo nocturno llamado “El sueño de Toledo”. Dos años más tarde este parque temático abrió sus puertas también durante el día y con una agenda repleta de actividades. ¿A quién podrán conocer los más pequeños? A personajes históricos como el Cid Campeador en el show “El último cantar”, a Lope de Vega en “A pluma y espada” o a Cristóbal Colón en el espectáculo “Allende la mar océana”. Trajes y pueblos de época, manjares locales (pero también platos traídos de los banquetes de hace siglos), una cuidada selección de hoteles cercanos y un parque de grandes dimensiones inmerso en plena naturaleza manchega. Todo esto lo encontraréis a tan solo una hora de Madrid y a pocos minutos del casco histórico de Toledo. Regálales a tus hijos un viaje al pasado.
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Parque de El Hosquillo
¿Qué les gusta más a los niños que los animales? Hablar de fauna les vuelve locos, y verla en primera persona mucho más. En pleno Parque de la Serranía de Cuenca se encuentra El Hosquillo, un lugar en el que conocer la fauna ibérica, vegetación autóctona y aprender lecciones como el cuidado del medioambiente y los ecosistemas. A poco más de una hora de Cuenca estarás en El Hosquillo, próximo a la localidad de Las Majadas. Aproximadamente 1.000 hectáreas distribuidas en una especie de “aula al aire libre”, donde los niños podrán ser testigos de lo que la naturaleza les ofrece. Los monitores, que acompañan a todos los grupos durante la visita, se encargarán de amenizar el recorrido y satisfacer las curiosidades de los pequeños. Laderas, ríos, valles, bosques y otros escenarios esperan a que los visites y conozcas a especies como los ciervos, corzos, muflones, cabras montesas, lobos ibéricos u osos pardos. Además, tendréis acceso a un museo y a un centro de interpretación.
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Museo paleontológico de Castilla-La Mancha
En 2015, “Tierra de dinosaurios” fue la primera exposición de este museo que actualmente cuenta con piezas que abarcan 550 millones de años de la historia de la Tierra. El entorno donde se encuentra este museo es único. Subir hasta él para contemplar las vistas de la ciudad de Cuenca ya merece la pena. Su misión principal es la conservación y exposición de los hallazgos paleontológicos más importantes de Castilla – La Mancha. De hecho, la colección procede de yacimientos paleozoicos de Toledo y Ciudad Real, mesozoicos de Guadalajara y Cuenca; y cenozoicos de toda la región. Con más de 34.000 ejemplares, el MUPA busca que los niños conozcan el origen del planeta y sus primeros habitantes. Aparte de las exposiciones, el MUPA organiza actividades y talleres didácticos. Pero, sin duda, la parte más divertida es la zona exterior con varias ´replicas de dinosaurios a tamaño real. ¿Quieres que tus hijos se sientan verdaderos arqueólogos durante un día? Un consejo: aprovechad vuestra visita a la ciudad de Cuenca para visitar también el interesante Museo de las Ciencias.
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La Ciudad Encantada
Seguimos en la zona de Cuenca para recomendar uno de los lugares más famosos de toda la región: la Ciudad Encantada. Se trata de un espacio natural que parece mágico, ya que las rocas, debido a la erosión (su origen se remonta a hace 90 millones de años), han adquirido unas curiosas formas que recuerdan a animales, a un tobogán o incluso a un barco. Solo hay que echarle un poquito de imaginación. Si pasáis en coche por la población de Villalba de la Sierra encontraréis además uno de los mejores miradores de la serranía de Cuenca: el Ventano del Diablo.
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Ruta de las Caras de Buendía
También en la zona de Cuenca podéis hacer un sendero en el que jugaréis a descubrir una serie de rostros esculpidos en las paredes de las rocas. Este recorrido por pinares esconde diferentes personajes como la Monja, Beethoven, Duendes, El Chamán… Además, la ruta se encuentra cerca del embalse de Buendía, de 50 kilómetros de longitud, donde podréis navegar o practicar esquí acuático y windsurf.
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Molinos de viento
Los molinos de viento, o “gigantes” -como los llamó Cervantes en “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”- son otra de las atracciones que no debes perderte a tu paso por Castilla-La Mancha. De hecho, la conocida como Ruta del Quijote recorre algunas de las localidades en las que podrás encontrar estas estampas típicas. Campo de Criptana, Consuegra, Herencia, Mota del Cuervo o Alcázar de San Juan son algunas de las paradas en las que los niños se quedarán boquiabiertos con estas construcciones que llevan en pie siglos. Una fotografía con un molino de viento es la prueba definitiva de vuestro paso por Castilla -La Mancha. Muchos de estos molinos se han reconvertido además en museos visitables y en ocasiones se organizan actividades originales en torno a ellos como festivales.