Si estás deseando hacer un viaje romántico a un destino tranquilo y en el que disfrutar de la naturaleza y de la cultura, Extremadura es tu sitio. Te proponemos varios lugares, que no aparecen en las guías turísticas habituales, para escaparte con tu pareja.
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¿Queréis dormir en una yurta tradicional en mitad de una finca de cerezos?
Es una de las propuestas que te ofrecen los “Alojamientos singulares de Extremadura”. En mitad del Valle del Jerte, en una finca ecológica de cerezos de 5.200 metros cuadrados, podréis encontrar tres yurtas (una especia de tiendas de campaña circulares) realizadas y pintadas a mano por artesanos mongoles con jardín privado. Además de pasar una noche inolvidable, podréis apuntaros a actividades como un masaje thai tradicional, una clase privada de yoga, observación de estrellas con un guía especializado, un show cooking con un chef privado, rutas en 4x4 o rutas senderistas… Otro de los alojamientos singulares de Extremadura está en El Torno, también en el Valle del Jerte. Aquí encontraréis un conjunto de tres chozos de piedra que recuerdan a las construcciones de la serranía de la zona. Lo especial de estos alojamientos es que cuentan con enormes ventanales para observar el paisaje y telescopios digitales en cada estancia para ver las estrellas. Levantarte con un desayuno picnic personalizado y con las magníficas vistas del valle es una gran experiencia.
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Un abrazo bajo un manto de estrellas
Además, en Extremadura vais a encontrar multitud de lugares en los que observar el firmamento. Esta zona cuenta con uno de los cielos estrellados con menos contaminación lumínica de Europa. Puedes consultar la siguiente web: Extremadura, buenas noches (https://extremadurabuenasnoches.com/). En ella encontrarás información sobre la red de miradores celestes, senderos nocturnos que os llevarán a las cuevas de Fuentes de León o a la “montaña mágica” o experiencias como observaciones guiadas, cuentos y leyendas…
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Relajarse en una villa termal
Nada de sentarse uno frente al otro mirando el móvil. Toca hacer algo diferente juntos para conectar. Y nada mejor que dejarse cuidar en pareja en alguno de los famosos balnearios de Extremadura. Hay varios para elegir. Pero, sin duda, los que más historia tienen son los balnearios de Alange y Baños de Montemayor, ya que ambos tuvieron gran importancia durante el esplendor de la cultura romana en España. Preparaos para daros un baño en una terma romana, para descansar en una piscina solárium o para recibir un masaje de cera de velas aromáticas.
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Pasear junto al Templo de Diana de Mérida a la luz de la luna
Si hablamos de la época del antiguo Imperio Romano en Extremadura no puede faltar una visita a Mérida, con uno de los conjuntos arqueológicos romanos más relevantes de Europa. Adentrarse en esta ciudad y caminar junto a su Teatro, su Anfiteatro, el Arco de Trajano, el Puente Romano, el Circo Romano o el Acueducto de los Milagros es como viajar en el tiempo. Pero si hay un rincón especialmente romántico cuando cae la luz ese es el Templo Romano de Diana. Este monumento del siglo I a.C. se ilumina creando una atmósfera única. Está en pleno casco histórico de la ciudad y rodeado de restaurantes en los que podréis tomar una cena inolvidable.
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Dejaos llevar por el arte contemporáneo
Podéis hacerlo a través de dos propuestas alejadas de los museos más convencionales. Por un lado, si visitáis la bonita ciudad de Cáceres (declarada “Tercer conjunto monumental de Europa”) no solo podréis pasear por calles pensando que os habéis trasladado a la época medieval, sino que también podréis visitar las propuestas más novedosas de la Fundación Helga de Alvear. Encontraréis lo mejor del arte contemporáneo en un edificio también sorprendente. Otra opción es que visitéis el Museo de Arte Contemporáneo de Fregenal de la Sierra, en el histórico Convento de San Francisco del siglo XVI.
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¿Qué tal una ruta romántica?
Hay multitud de rincones en Extremadura que os van a parecer muy románticos. Por ejemplo, Hervás, una villa con una judería histórica muy bien conservada. ¿Sabías que aquí, según cuenta la leyenda, vivieron una trágica historia de amor la princesa mora Zoraida y el pastor Arcadio? Otro lugar muy especial: el pueblo abandonado de Granadilla. Se trata de un pueblo que fue fundado por los musulmanes en el siglo IX y que a mediados del siglo XX se quedó sin habitantes por la construcción de un embalse. A día de hoy, se ha convertido en una especie de museo al aire libre en el que se organizan actividades culturales, recreaciones históricas… Si visitáis su castillo al atardecer, os enamorarán sus vistas, pues desde esta atalaya se observa todo el pueblo, el embalse y una impresionante puesta de sol. Una última idea: la “Ruta de los Molinos”, entre Arroyomolinos y Montánchez. Practicar juntos senderismo por un camino rodeado de molinos acompañados por el sonido de las fuentes, las pequeñas cascadas… ¿Qué tal organizar aquí un picnic? Además, podéis acabar la experiencia pasando la noche en alguno de los cuartos o salas de molienda de un molino reconvertido en albergue.