¿Sabes que las Islas Canarias son un destino habitual de lunas de miel o viajes en pareja? Y no es de extrañar, ya que estas increíbles islas de horizontes volcánicos en mitad del Atlántico esconden infinidad de rincones románticos. Juntos disfrutaréis de bosques que parecen sacados de un cuento, playas vírgenes, pueblecitos para aparcar el estrés… Y lo mejor: buen tiempo todo el año con una temperatura media de 24º. A continuación, te dejamos algunos planes para vivir momentos inolvidables:
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Desconectar del mundo tomando el sol en playas de ensueño
Una de las más especiales es la playa de Cofete, en Fuerteventura. Con 12 kilómetros de extensión y alejada de núcleos urbanos, esta playa salvaje es ideal para que os olvidéis de cualquier preocupación. Otra opción muy romántica: una puesta de sol mágica desde el “mar de dunas” de Maspalomas. ¿Y qué tal un paseo en bicicleta por la isla de La Graciosa? Es un lugar sin masificaciones ni contaminación y con playas paradisiacas de aguas cristalinas donde sentiréis que estáis prácticamente solos. A La Graciosa únicamente se puede llegar en barco desde Lanzarote, otra isla con infinidad de sitios para descubrir en pareja, como por ejemplo las playas de Papagayo. ¿Sueñas con “perderte” por una playa virgen con tu pareja? Consulta cuáles puedes encontrar en Canarias.
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Contemplar vistas únicas desde algunos de sus miradores
Un plan que seguro os gustará es montaros en el teleférico del Teide, en Tenerife, para ver de cerca cómo cae la sombra del volcán más alto de España. Pero hay muchas más opciones de miradores que van a encantaros. ¿Algunos ejemplos? En el mirador de la Cumbrecita, en La Palma, hay una excelente panorámica del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. En Lanzarote se encuentra el famoso mirador del Río, obra de César Manrique, desde el que se puede apreciar el archipiélago Chinijo. Este artista también diseñó el mirador más famoso de Fuerteventura: Morro Velosa. También os gustará el mirador del valle de El Golfo, en El Hierro, para contemplar un imponente valle abierto al mar. En el mirador de Abrante de La Gomera sentiréis que flotáis sobre un acantilado gracias a su suelo de cristal. Y en Gran Canaria viviréis atardeceres únicos en miradores como los de Degollada Becerra o el Balcón.
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Disfrutar de largos y tranquilos paseos
Caminar cogidos de la mano por las callejuelas de pequeños pueblos de arquitectura tradicional en los que el tiempo parece detenerse. ¿A que suena bien? Muchos tienen cascos históricos encantadores y salpicados de casitas blancas. Algunos de los más románticos podrían ser Tejeda y Puerto de Mogán (Gran Canaria); San Cristóbal de la Laguna (Ciudad Patrimonio de la Humanidad de Tenerife), Garachico (Tenerife), Teguise (Lanzarote), Betancuria (Fuerteventura) o el barrio de Vegueta en Gran Canaria. Si preferís un entorno más natural, un bosque de laurisilva como el del Parque Nacional de Garajonay (La Gomera) es vuestro lugar. Además, este lugar debe su nombre a la trágica leyenda de los amantes Gara y Jonay. Puedes consultar muchos más lugares con encanto en la web de turismo de Canarias.
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Descubrir piscinas naturales increíbles
Cada una de las islas cuenta con piscinas naturales de agua salada para disfrutar de un relajante (y fresquito) baño, como por ejemplo Los Charcones (Lanzarote), Roque Prieto (Gran Canaria), Charco Azul (La Palma), Puertito de Lobos (Fuerteventura), Charco del Viento (Tenerife), Charco del Conde (La Gomera) o La Maceta (El Hierro). Encuentra aquí todas.
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Degustar su exquisita gastronomía
Papas arrugadas con su mojo picón, ropa vieja canaria, gofio, ron miel… ¡hay mucho que probar en las Islas Canarias! Y multitud de restaurantes enclavados en lugares especialmente románticos, como por ejemplo en el faro de playa de Arinaga, en Gran Canaria, con impresionantes vistas al mar. O en el Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote, donde preparan carnes al calor del volcán. O en mitad del paisaje de las Salinas de Fuencaliente, en La Palma, para disfrutar a tope de los productos de la tierra. También podéis apuntaros a hacer catas de los quesos y los vinos de la zona, que, por el clima, tienen unos matices de sabor únicos en el mundo. ¿Sabías que existen viñedos cultivados en arenas volcánicas?
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Contemplar las estrellas
Observar las estrellas en pareja puede que sea una de las actividades más románticas que existen, y más si es en las Islas Canarias, ya que sus cielos están considerados entre los mejores del mundo para realizar esta actividad. Se pueden contemplar 83 de las 88 constelaciones oficialmente reconocidas, existen senderos y miradores astronómicos, casas rurales equipadas con telescopios y hay multitud de empresas que organizan tours nocturnos. Hay muchísimos puntos para divisar y aprender sobre el firmamento. Por ejemplo, en La Palma podéis visitar el Observatorio del Roque de los Muchachos.
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Realizar actividades diferentes
Recorrer las dunas y los paisajes volcánicos de Fuerteventura en buggy, aprender a hacer submarinismo, visitar algún jardín botánico como el de Viera y Clavijo, asistir a conciertos en sitios muy especiales como los Jameos del Agua (Lanzarote), hacer una excursión para avistar ballenas, alojarse en el considerado como el hotel más pequeño del mundo (en El Hierro), dejarse llevar por la belleza del paisaje lunar de Timanfaya a lomos de un camello, haceros un tratamiento de aloeterapia en un spa… ¡Esta lista podría ser infinita! Para acabar, un último consejo: no os perdáis el característico mar de nubes que se crea en muchos puntos altos de las islas por la fuerza de los vientos alisios. Creeréis que estáis caminando sobre ellas.