10 lugares llenos de misterio y piedras que parecen mágicas
Hay lugares en España donde las piedras tienen un protagonismo casi mágico. La lista incluye antiguos monumentos funerarios, espacios naturales con extrañas formaciones o fenómenos de la naturaleza difíciles de explicar a simple vista.
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Dólmenes de Antequera (Málaga, Andalucía)
El Parque Natural Torcal de Antequera es de los paisajes kársticos mejor conservados de Europa. Tiene numerosas rutas senderistas y en él destacan los llamados dólmenes de Antequera, antiguos monumentos funerarios. El conjunto megalítico está declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Al caer la noche, se convierte en un lugar formidable para la observación de estrellas.
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Roque Nublo (Gran Canaria, Islas Canarias)
Esta formación rocosa, un monolito de casi 90 metros de altura, corona la isla de Gran Canaria y permite disfrutar del fenómeno natural del mar de nubes en todo su esplendor. Desde el Roque Nublo es fácil ver cómo las nubes se extienden a tus pies como si se tratara de un mar infinito. En la lejanía se vislumbra con frecuencia la isla de Tenerife, con el Teide que saluda desde la cima de la isla vecina.
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Los Órganos (La Gomera, Islas Canarias)
En la costa norte de La Gomera existe un acantilado que parece esculpido por el hombre. Sin embargo, es la naturaleza la que ha originado esta maravilla que se asemeja al órgano gigante de una catedral. Solo se puede ver desde el mar, por ejemplo con excursiones en barca desde Valle Gran Rey y Playa de Santiago.
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Ciudad Encantada (Cuenca, Castilla – La Mancha)
Unos osos, una tortuga, una foca, dos enamorados, un tobogán… Son algunas de las formaciones por las que se llama “encantada” a esta “ciudad” de piedra en la que la naturaleza ha modelado las rocas con curiosas formas a partir de la acción del agua, el viento y el hielo.
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Los Barruecos (Cáceres, Extremadura)
Este espacio tan singular se encuentra en Malpartida. En una amplia llanura se suceden las charcas de las que sobresalen islotes con piedras de formas sugerentes que recuerdan a animales y objetos. La zona es fantástica para la observación de aves como la cigüeña blanca o la garza. Existen varias rutas para hacer en un recorrido de entre 30 minutos y tres horas.
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Playa de las Catedrales (Lugo, Galicia)
Aquí la magia de la naturaleza actúa al bajar la marea. En ese momento se desvelan islotes, algunas cuevas y numerosos arcos bajo los que se puede pasear y que dan el nombre de As Catedrais (Las Catedrales en gallego) a esta bonita playa. Con la marea alta se puede ver la playa desde lo alto del acantilado y siempre manteniendo la debida distancia de seguridad.
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Montserrat (Barcelona, Cataluña)
El Parque Natural de la Montaña de Montserrat es único por varios motivos: alberga el Monasterio de Montserrat en el que se venera a la patrona de la región, la Virgen de Montserrat (o la Moreneta); el macizo de formas redondas y moles de piedras grises donde se encuentra da lugar a un paisaje espectacular. Se puede llegar arriba en teleférico disfrutando de fantásticas vistas.
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Las Erosiones de Bolnuevo (Mazarrón, Región de Murcia)
Este paisaje frente al mar parece de otro planeta y es el resultado de la erosión provocada por el viento y el agua en un terreno de materiales de resistencias muy distintas. Tomar el sol frente a fallas, cornisas o erosiones con forma de nido de abeja traslada a otro mundo.
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Los Talayots de Menorca (Islas Baleares)
Son más de 1.600 construcciones megalíticas que se reparten por la isla y que recuerdan los ritos funerarios de la cultura Talayótica en Menorca. La mayoría pertenecen al siglo IX antes de Cristo y se encuentran en espacios rodeados de tranquilidad en el interior de la isla. Entre los mejor conservados, se pueden visitar la Naveta des Tudons (Citadella) o el Poblado de Trepucó (Maó)
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Los Mallos de Riglos (Huesca, Aragón)
Son unas enormes paredes verticales naturales de hasta 300 metros de altura. Su panorámica es espectacular, sobre todo desde el Mirador de los Buitres o desde el pueblo de Murillo de Gállego al atardecer. En ese momento, la piedra se torna más rojiza con el reflejo de la luz y la estampa con el pueblo a sus pies bien merece muchas fotografías. La zona es además hábitat de numerosas aves rapaces protegidas que se pueden ver fácilmente sobrevolando el cielo.