Girona es una de las cuatro provincias de Cataluña. Sus fantásticas conexiones con numerosos destinos europeos y su proximidad con Barcelona hacen de la región un destino fantástico para escapar unos días de la rutina. Estos son los imprescindibles para disfrutar al máximo del viaje.
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10Un baño en la Costa Brava, en pleno mar Mediterráneo.
Girona tiene alrededor de 200 kilómetros de costa en la que abundan las bonitas calas, las playas de arena dorada y destinos con todas las comodidades para disfrutar del mar como Calonge, Lloret de Mar, Palafrugell, Sant Pere Pescador, Roses, o Tossa de Mar, entre otros.
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10Un día de la mano de Dalí.
Figueres, Cadaqués y Púbol configuran el llamado triángulo daliniano. La primera es la ciudad natal del artista Salvador Dalí y en ella se encuentra el que muchos consideran el mayor objeto surrealista del mundo, el Teatro-Museo Dalí. En Cadaqués se puede visitar la Casa-Museo Salvador Dalí, en la que fue su residencia-taller. Finalmente, la ruta se completa con el Castillo Gala Dalí de Púbol.
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10Descubrir la ciudad de Girona
Todo su recinto amurallado es interesante, sobre todo lugares como el barrio judío o la escalinata de Sant Domènech y monumentos como la Catedral, sus baños árabes o el Monasterio de Sant Pere de Galligants. Recomendable fotografiar las casas de colores que se asoman al río Onyar (la Casa Masó es la única visitable), desde el Pont de Piedra y desde el Pont de les Peixateries Velles.
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10Olvidar el reloj en una ruta por sus pueblos medievales.
Besalú, Monells, Pals, Peratallada, Santa Pau… pequeñas poblaciones con entramados de callecitas empedradas que giran en torno a una fortaleza o a una coqueta plaza. En estas villas el tiempo prácticamente se detiene, un regalo para quienes busquen desconectar.
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10Caminar entre volcanes en el Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa.
En total, hay más de 40 cráteres rodeados de una vegetación que modifica los colores del paisaje en cada estación. Desde el volcán de Montsacopa y desde Betet de la Serra se disfrutan algunas de las mejores vistas, aunque las que ofrece un vuelo en globo sobre los volcanes es quizá la más espectacular. Es imprescindible visitar el municipio de Castellfollit de la Roca.
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10Seguir las huellas del románico catalán.
Destacan los grandes monasterios de Santa María de Ripoll, San Pedro de Rodas y San Juan de las Abadesas. Además, en los pequeños pueblos de Girona abundan las iglesias románicas. Pasear por lugares como Santa Pau, Besalú, Oix o Beget es como hacerlo por museos románicos al aire libre.
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10Llegar hasta el extremo Este de la España peninsular.
Se trata del Parque Natural de Cap de Creus, un conjunto de acantilados, islotes y recónditas calas que dan lugar a un paisaje de gran belleza. Las vistas sorprenden y son muchos los que vislumbran formas fantasiosas entre las rocas erosionadas por el mar.
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10Conocer el pasado griego y romano en L’Escala.
Aquí se encuentra el conjunto arqueológico de Empúries y el Museo de Arqueología de Cataluña. La ciudad fue fundada por los griegos en el siglo VI a. de C. Después, llegarían los romanos. Hoy se pueden conocer detalles de la presencia de ambos a través de restos de pequeñas casas, mosaicos de mármol y templos, además de numerosas piezas arqueológicas.
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10Deleitar el paladar con platos populares o de alta cocina.
No es casualidad que en Girona se pueda disfrutar de uno de los restaurantes más premiados a nivel internacional: el Celler de Can Roca. Tampoco lo es que aquí se forjara el que ha sido durante muchos años el mejor restaurante del mundo (El Bulli, de Ferran Adrià). Sus cocinas de vanguardia se nutren principalmente de los productos locales, porque en pocos lugares se dispone de marisco, pescado, carne y huerta de cercanía de tanta calidad.
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10Adentrarse en el Pirineo a bordo un tren.
Se trata del tren de cremallera que llega hasta el Valle de Nuria. El acceso es un espectáculo visual que incluye acantilados de vértigo, saltos de agua y la posibilidad de avistar águilas reales, rebecos o marmotas. El valle es muy popular para practicar senderismo, alberga un gran lago donde apetece pararse a descansar, y es un destino de peregrinación debido al Santuario de la Virgen de Nuria (situado a casi 2.000 metros de altura).
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