Castilla-La Mancha es tierra de llanuras, de costumbres centenarias y naturaleza. En esta zona, además de conocer imponentes Ciudades Patrimonio de la Humanidad como Toledo o Cuenca, podrás realizar otros muchos planes diferentes y originales. Desde viajar en el tiempo a la era de los dinosaurios o a la antigua Roma, hasta descubrir las figuras más grandes de la literatura universal. Te invitamos a sumergirte en las historias que forjaron su identidad.
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Tras las huellas de los dinosaurios
En la Serranía de Cuenca puedes recorrer la Ruta de los Dinosaurios, una magnífica aventura para descubrir cómo fue la vida en la zona hace millones de años. La localidad de Fuentes cuenta con un centro de interpretación con numerosas réplicas de los hallazgos encontrados en el yacimiento de Lo Hueco. En La Cierva se encuentra otro dedicado al yacimiento de Las Hoyas, el más importante de la península ibérica. Muy cerca de allí, otro punto de interés en la provincia es Buenache de la Sierra, donde también se esconden secretos del mundo jurásico como “Pablito”, un fósil de tiburón de agua dulce de hace 125 millones de años. La mayoría de los restos hallados por toda la provincia los puedes ver en el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha en la ciudad de Cuenca.
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Rutas literarias de grandes autores clásicos
Literatura, aventuras e historia se unen en Castilla-La Mancha de una forma mágica, dando lugar a rutas literarias que homenajean a autores y obras que perduran en el tiempo. Un buen plan es la Ruta de Don Quijote, desde la que podrás seguir las andanzas de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha, la gran obra del escritor Miguel de Cervantes, cuyo legado ha traspasado fronteras. Esta ruta cuenta con más de 2.000 kilómetros de caminos históricos y vías pecuarias que atraviesan las villas centenarias, los caminos históricos y los espacios naturales descritos en la obra. Las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer cobran vida en Toledo, donde el poeta romántico se inspiró para escribir relatos como “El beso” o “El Cristo de la calavera”. Por sus calles empedradas y edificios históricos llenos de misterios vas a poder revivir los escenarios más evocadores de su obra. También por otros lugares de la provincia puedes realizar el recorrido del “Lazarillo de Tormes”, donde podrás explorar lugares vinculados a esta obra anónima como Escalona, Maqueda o Almorox. Otro de los itinerarios que no puedes perderte es el de Francisco de Quevedo en Villanueva de los Infantes y Torre de Juan Abad (Ciudad Real), donde seguirás una ruta dedicada al autor barroco, con paradas en su Casa Museo y el convento de Santo Domingo, donde falleció en 1645. Más actual es Camilo José Cela y su “Viaje a la Alcarria”. Siguiendo los pasos del Premio Nobel, puedes descubrir Guadalajara, con paradas en bellos y tranquilos pueblos como Pastrana, Torija o Brihuega.
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Naturaleza, aventura y emociones fuertes
Si eres un amante de la naturaleza y la aventura, Castilla-La Mancha ofrece experiencias únicas. Los más atrevidos pueden lanzarse desde la tirolina doble urbana más larga de Europa con la que volarás sobre el río Huécar en Cuenca. Tiene 445 metros de recorrido y las vistas son espectaculares. La adrenalina a 70 kilómetros por hora está garantizada. En Toledo hay otra tirolina que rivaliza en espectacularidad: bajo tus pies tendrás el río Tajo y el casco histórico de la ciudad. Si prefieres una aventura en tierra firme, en el Parque Nacional de Cabañeros tienes la posibilidad de realizar un safari en 4x4 por el conocido como "Serengueti español". Allí podrás avistar ciervos, águilas y buitres en su hábitat natural.
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Viaje al pasado del Imperio romano
El Imperio romano dejó una profunda huella en Castilla-La Mancha y muchos de aquellos vestigios aún se conservan en buen estado en la actualidad. Algunos de los yacimientos más conocidos son los de Segóbriga, Valeria y Ercávica, pero aquí vamos a mostrar otros que también merecen una visita. La villa romana de Noheda, situada en Villar de Domingo García (Cuenca), alberga uno de los mosaicos romanos más espectaculares de la península ibérica. Se trata de una decoración figurativa que muestra escenas mitológicas y cotidianas, reflejo de la opulencia de la élite romana. Otro yacimiento imprescindible es el de Libisosa, en Lezuza (Albacete). La visita al lugar, que muestra los vestigios de un asentamiento romano que tuvo gran importancia estratégica en la región en la época del emperador Augusto, en el siglo I a.C., ofrece también la posibilidad de disfrutarlo mediante realidad virtual y realidad aumentada.