Turistas en la Cueva Jameos del Agua de Lanzarote

Algunas de las cuevas más famosas de España

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Joyas subterráneas esculpidas de forma natural. Saca tu lado espeleológico y adéntrate en algunas de las cuevas más conocidas de España. Muchas fueron el hábitat de nuestros antepasados, en las que dejaron su pequeña huella, y otras simplemente albergan una belleza única. Estalactitas y estalagmitas con formas de libre interpretación.  Están repartidas por todo el territorio y es un buen plan para hacer durante todo el año. La siguiente lista te servirá para organizar mejor tu viaje. Ni a Batman ni a Indiana Jones se le resistirían, ¿y a ti?

  • Pinturas rupestres de la cueva de Altamira

    Cueva de Altamira (Cantabria)

    Es una clara representación de la prehistoria. Esta cueva, que queda cerca de Santillana del Mar, es importante por las pinturas rupestres que se encontraron en el siglo XIX. Fue reconocida además por la UNESCO como Patrimonio Mundial. La cueva está cerrada al público por motivos de conservación, pero se puede visitar el Museo de Altamira y la Neocueva, réplica exacta de la original, donde podrás conocer un poco más sobre sus antiguos habitantes. Caballos, bisontes, ciervos y otros tipos de animales se representan en los techos de este maravilloso lugar. Te quedarás con la boca abierta. Un lugar accesible e interesante para todas las edades. 

  • Vista interior de la Cueva de Zugarramurdi

    Cueva de Zugarramurdi o Sorginen Leizea (Navarra)

    Este conjunto cárstico en el Pirineo navarro es muy conocido en el territorio español por relacionarse con la brujería. Sirvió a la Inquisición como prueba evidente de que se realizaba este tipo de práctica. Este hecho inspiró al director español, Álex de la Iglesia, a rodar la película Las brujas de Zugarramurdi. Un lugar mágico que alberga una gran cantidad de historias y leyendas. Para empaparte más sobre este tema, puedes visitar el Museo de las Brujas de Zugarramurdi que queda muy cerca. El lugar sin duda te embrujará. 

  • Interior de las Cuevas del Drach en Mallorca

    Cuevas del Drach (Islas Baleares)

    Al este de la isla de Mallorca (Porto Cristo) encontrarás estas cuatro cuevas que puedes conocer mediante un recorrido de 1.200 metros de longitud y 25 metros de profundidad bajo la superficie. Hay un primer registro de este lugar en la Edad Media y más adelante apareció en uno de los libros del escritor Julio Verne, Clovis Dartetor. Te sorprenderá en cuanto te adentres. Aquí verás aguas turquesas, techos sorprendentes y uno de los lagos subterráneos más grandes del mundo: el lago Martel. Todas las visitas incluyen un concierto de música clásica que hará que sea una experiencia inolvidable. La música retumba en las paredes produciendo un sonido único. La banda sonora perfecta para tus vacaciones. 

  • Interior de la Cueva Jameos del Agua en Lanzarote

    Jameos del Agua (Islas Canarias)

    ¿Naturaleza convertida en arte? Así es como el artista César Manrique modificó este tubo volcánico, convirtiéndolo en todo un símbolo de la isla de LanzaroteA raíz de la erupción del volcán de la Corona, se formaron dos túneles: el de los Jameos y la cueva de los Verdes. Descubrirás que Manrique era un genio con las manos. Moldeó el lugar combinando los colores negros de la roca con el verde de la vegetación, el azul del agua y el blanco del suelo; todos ellos crean una armonía que te transmitirá una paz restauradora. Los Jameos del Agua están muy próximos al mar, cuyas filtraciones crearon el lago del interior. Lo más increíble es que en él encontrarás el único auditorio situado en una gruta volcánica. Pueden acudir más de 500 personas. 

  • Cueva El Soplao (Cantabria)

    Cueva El Soplao (Cantabria)

    ¿Sabías que esta cueva de Cantabria se descubrió a principios del siglo XX con motivo de la explotación de unas minas? Adéntrate a bordo de un tren minero a una de las maravillas geológicas más conocidas de toda España. Una vez en el interior, podrás realizar un circuito a pie por diversas galerías y salas con nombres como “Los Fantasmas”, “Centinelas” u “Ópera”. No podrás parar de mirar hacia todos lados, pues te rodearán estalactitas, estalagmitas, columnas y coladas de una belleza casi mágica. Para los más intrépidos, El Soplao ofrece además una ruta alternativa más larga -de dos horas y media- en la que sentirse espeleólogo por un día.

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