Para muchos, explorar el interior de la tierra es apasionante. Para otros, es todavía un universo por descubrir. Las siete cuevas para conocer las profundidades de Castilla y León que recorremos a continuación van a despertar el instinto más aventurero de todos los públicos. Si quieres saber por qué, ¡acompáñanos! Las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia, Segovia y Soria concentran, debido a su orografía, numerosas cavidades subterráneas de gran valor patrimonial. El viaje al interior de las montañas, donde la belleza subterránea puede superar incluso los encantos naturales del exterior, es una experiencia única. Te esperan estalactitas milenarias, pasadizos naturales y galerías en las que la acción del agua y el paso de los siglos han esculpido un auténtico espectáculo rocoso.
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Ávila: Cuevas del Águila
En el municipio de Arenas de San Pedro, en el Valle del Tiétar, cinco jóvenes observaron en 1963 que salía vapor por un agujero en el cerro del Águila. Esto supuso el descubrimiento de las Cuevas del Águila, que hace entre 12 y 14 millones de años adquirieron su aspecto actual. Se encuentran a 50 metros de profundidad y constan de un kilómetro de recorrido, con galerías de afiladas estalactitas, estalagmitas, coladas y excéntricas, además de columnas y gours (típica formación kárstica) en su enorme Gran Sala de la Caverna. Se pueden visitar todos los días del año, a una temperatura siempre en torno a los 17 grados.
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Burgos: Fuentemolinos y Ojo Guareña
La Cueva de Fuentemolinos se encuentra en la localidad de Puras de Villafranca, en la sierra de la Demanda, y tiene unos 35 millones de años. Sus más de cuatro kilómetros de longitud y su peculiar conglomerado calizo la convierten en la sexta más grande del mundo de este tipo. Consta de tres pisos superpuestos, el primero está atravesado por un río subterráneo y los dos superiores reúnen singulares estalagmitas, estalactitas, columnas y banderolas. Por su parte, el Monumento Natural de Ojo Guareña es, por sus más de cien kilómetros de galerías subterráneas, el segundo complejo kárstico más extenso de la península ibérica y uno de los diez mayores del mundo. La erosión de los ríos Guareña y Trema ha formado una red de galerías conectadas en varios niveles. Las cuevas que se pueden visitar son dos: Ermita de San Bernabé y Palomera. La primera cuenta con una ermita rupestre. La segunda es un espectacular conjunto calizo-dolomítico del Cretácico superior.
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León: Cueva de Valporquero
Ubicada en plena montaña leonesa, junto al maravilloso espacio natural protegido de las Hoces de Vegacervera, la Cueva de Valporquero es la más joven de Castilla y León. Tres son los itinerarios disponibles para recorrer su millón de años de historia a una temperatura en torno a los siete grados. La visita normal de una hora (1,6 kilómetros), que incluye cinco salas; la larga, de cerca de hora y media de duración, por siete salas y una distancia de 2,5 kilómetros; y un tercer recorrido por el nivel inferior que sigue el curso de las aguas del arroyo de Valporquero y recomendado para espeleólogos. Consta de siete salas, entre las que destacan la Gran Rotonda, de 5.600 metros cuadrados y 20 metros de altura, o la de las Hadas, con una cascada de 15 metros. En su interior podrás admirar espectaculares formaciones con nombres tan sugerentes como: el Fantasma, la Virgen con el Niño, las Gemelas o la Torre de Pisa.
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Palencia: Cueva de los Franceses
La Cueva de los Franceses, cerca de la localidad de Revilla de Pomar, es la única visitable de la provincia de Palencia. Se encuentra en el espacio protegido del Valle de Covalagua, que forma parte del geoparque mundial de la UNESCO Las Loras. El acceso se realiza a través de un moderno edificio llamado La Roca, que alberga una exposición sobre la cueva y el entorno de la Montaña Palentina. A través de 500 metros de recorrido se pueden contemplar maravillosas formaciones kársticas de mantos, coladas, estalagmitas y estalactitas.
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Segovia: Cueva de los Enebralejos
Descubierta en 1932, la Cueva de Enebralejos tiene alrededor de 40 millones de años de antigüedad. Actualmente se pueden visitar tres de sus salas en un recorrido de unos 600 metros con espectaculares formaciones de estalactitas y estalagmitas. La sala de los Enterramientos, la del Santuario y la formación de la Cascada, el Fantasma y la Pared de los Colores son algunos de sus principales atractivos. Los pobladores de la Edad del Cobre usaron además esta cueva como necrópolis y decoraron sus paredes con pinturas y grabados.
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Soria: Cueva de la Galiana
Con alrededor de 700.000 años, La Galiana es la cueva más popular del Parque Natural del Cañón del Río Lobos. Se trata de un recorrido asequible de unas tres horas de duración y unos tres kilómetros, ideal para iniciarse en el mundo de la espeleología. La visita comienza en la sala del Dormitorio y avanza hacia la sala del Lago, la de los Gours y la del Bosque, una cavidad que alcanza los 15 metros de altura. Por último, se llega a la conocida como Gran Vía, con doble bifurcación hacia otros dos espacios.
Para lanzarte a explorar estas y otras deslumbrantes cuevas de esta región española tan rica en paisajes subterráneos, consulta todos los horarios de visita y ¡déjate guiar a las profundidades de la tierra!