Historia de la ruta
La ruta del Cares siempre aparece en las listas de los senderos más bonitos de España. Y, aunque no es un recorrido exigente (salvo algún tramo con desnivel), conviene tener en cuenta su longitud y planificar muy bien el trayecto. ¿Sabías que este profundo desfiladero no solo es obra de la fuerza natural de las aguas del río Cares? Es resultado también de una obra de ingeniería que se realizó en los primeros años del siglo XX para transportar el agua a la central hidroeléctrica de Poncebos. Gracias a esto, hoy resulta fácil hacer esta agradable caminata que no tiene pérdida. Solo hay que seguir el canal. Si eres un senderista experimentado, te interesará saber que la ruta oficial (PR-PNP 3) realmente se inicia (o termina) en Posada de Valdeón (León) y no en Caín, con lo que el recorrido se vuelve bastante más largo (21 kilómetros solo ida). Sin embargo, este primer tramo ha caído en desuso y lo más frecuente es empezar en Caín.
Qué vas a encontrar
A la hora de ponerte en marcha, lo primero que te interesa saber es que este recorrido puedes hacerlo también en sentido contrario (comenzando en Asturias). Salir desde Caín en principio resulta más fácil, ya que si se empieza en Poncebos justo al principio hay un tramo ascendente de dos kilómetros un poco duro. Si empiezas en la provincia de León, este tramo será de bajada. Pero, por si eres todo un aventurero, vamos a resumirte qué puedes encontrar en el recorrido completo. Saliendo desde Posada de Valdeón, llegarás hasta Cordiñanes, donde el valle comienza a estrecharse. Pasada esta aldea, encontrarás el mirador del Tombo, con la emblemática escultura de un rebeco, un símbolo de los Picos de Europa. Contemplarás inmensos bosques de hayedos y un poco más adelante la Ermita de Corona, donde se dice que fue coronado el rey Don Pelayo. También por esta zona está el Chorco de los lobos, una ingeniosa trampa que usaban antiguamente para capturar estos animales.
Después llegarás al pueblo de Caín, rodeado de montañas de más de 2.600 metros. Aquí termina la carretera y se inicia el tramo peatonal de la ruta del Cares (desde donde suelen empezar/acabar la mayor parte de los excursionistas) y la verdadera garganta natural. Harás un fascinante recorrido por estrechos túneles y grutas y podrás sacar fotos para el recuerdo en puntos del camino tan bonitos como el puente de los Rebecos (con unas vistas de vértigo sobre el río) el puente de Bolín o la pasarela de los Martínez (en la frontera entre Castilla y León y Asturias). En Los Collaos, el punto más alto de la ruta, empieza el descenso hacia Poncebos. Una vez allí, con suerte podrás ver el pico Urrielu (o Naranjo de Bulnes), que con sus paredes verticales de más de 500 metros de altura es todo un símbolo de la escalada en España. Lo mejor es disfrutar a paso tranquilo. Parando para comer, viendo cómo crecen árboles en lugares imposibles, escuchando el sonido de la fauna… Esta ruta nunca defrauda.