¿Por qué se llama el Caminito del Rey?
El origen de este singular sendero “aéreo”, que permanece colgado de las paredes del desfiladero a unos 100 metros de altura, se sitúa a principios del siglo XX. Se construyó entre los saltos de agua del Gaitanejo y de El Chorro para facilitar el transporte de materiales y el paso de los trabajadores de mantenimiento de la central hidroeléctrica de la zona. En 1921, el rey Alfonso XIII inauguró esta gran obra cruzando el camino hasta la presa del Conde de Guadalhorce, y desde entonces el trayecto empezó a ser conocido popularmente como “Caminito del Rey”.
¿Cómo es el recorrido?
El trayecto es lineal y se realiza en sentido único descendente, de norte a sur, en parte por senderos y en parte por pasarelas. Son 7,7 kilómetros que se tardan en recorrer unas 3-4 horas aproximadamente, desde el inicio situado en el municipio de Ardales hasta la salida en la localidad de Álora. El área de recepción del comienzo cuenta con un restaurante, varias zonas de aparcamiento y es también la parada final del autobús lanzadera que une los accesos norte y sur de la ruta.
Desde este punto salen los dos senderos que llegan hasta la caseta de control y la presa de Gaitanejo, entrada del recorrido oficial de El Caminito del Rey. El más largo son 2,7 kilómetros que parten desde el “Sillón del Rey”, un conjunto de bancos, mesa y sillón hechos de piedra que fueron utilizados por Alfonso XIII, o bien atravesando el túnel que hay pegado al restaurante. El otro sendero es más corto: son 1,5 kilómetros que se inician a través de un túnel más pequeño y peatonal que se localiza unos 200 metros antes de llegar al restaurante. Una vez llegados a la caseta de control, se proporciona a los visitantes un casco protector y se revisa que lleven el calzado adecuado. Desde el mirador de la presa de Gaitanejo se pueden observar las casas-cueva de Sierra Parda, que fueron utilizadas como viviendas por el personal empleado en la central hidroeléctrica. Tras alcanzar las pasarelas, el recorrido avanza por el desfiladero de Gaitanejo y por el cañón conocido como el Tajo de las Palomas, donde se sitúa el Puente del Rey. Paso a paso, el paisaje va cambiando al acercarse al valle del Hoyo, con sus frondosos bosques.
Después, el camino entra en el espectacular desfiladero de los Gaitanes por las pasarelas “colgadas” a más de 100 metros de altura. En este tramo es posible ver, entre otras maravillas, una sabina centenaria que crece entre las rocas, la llamada “playa fósil” que conserva varias huellas fósiles jurásicas, o asomarse al balcón de cristal que sobresale de la pasarela, una sensación que pone a prueba el vértigo de los visitantes. El sendero avanza hacia el tramo final: tras entregar los cascos en la caseta de control, se inicia un sendero de 2,1 kilómetros de bajada hasta la estación de tren de El Chorro.
Planificar la vuelta
Al ser un trayecto lineal de sentido único, una vez terminado el recorrido, habrá que sumar el tiempo de vuelta hasta el punto de partida (una hora más aproximadamente), por lo que es conveniente planificar bien los horarios y las distancias.
Si se llega en coche, lo más recomendable es dejarlo aparcado en cualquiera de los aparcamientos habilitados y regresar al vehículo después, utilizando los autobuses lanzadera que comunican el acceso norte en la zona del embalse de Guadalhorce (Ardales) con el acceso sur en la estación de tren El Chorro (Álora), en ambos sentidos. La otra opción es volver andando, aunque en este caso habrá que tener en cuenta factores como la luz según la época del año o la meteorología, ya que son bastantes kilómetros por una carretera comarcal estrecha. Si se llega en tren, desde la estación de ferrocarril El Chorro-Caminito del Rey habrá que tomar los autobuses lanzadera hasta el acceso norte para iniciar el recorrido, por lo que también habrá que tener en cuenta ese tiempo. Sin embargo, una vez concluido el Caminito, no habrá que preocuparse de nada más que de subir al tren de regreso.