Un poco de historia
Antiguamente, el Real Cuerpo de Carabineros de Costas y Fronteras de España hacía este recorrido para defender la zona de los contrabandistas. Realizaban la denominada “ronda”, de ahí el nombre de la ruta. Aunque encontrarás tramos completamente llanos, en general irás por senderos estrechos (solo se puede ir a pie) con desniveles y subidas y bajadas continuas, a veces un poco difíciles.
Ruta lineal
La ruta lineal recorre exclusivamente el litoral y consiste en 43 kilómetros que van desde Sant Feliu de Guíxols hasta Begur. Está pensada para hacerla en dos días, o en tres para personas que caminan muy esporádicamente. La primera jornada pasarás por calas como Molí o Maset, por playas como la de Sant Pol o la de Sa Conca y por localidades como Platja d'Aro. A partir de Sant Antoni de Calonge el Camí de Ronda se convierte en un espectacular y estrecho sendero que serpentea entre acantilados hasta Palamós. Durante la segunda jornada subirás a la cima del cap Gros, con unas excelentes vistas. Después llegarás a la playa de la Fosca, con las ruinas del Castillo de Sant Esteve. A partir de aquí, comienza el tramo más salvaje de esta ruta. Verás la arquitectura tradicional de la pequeña zona de pescadores de s'Alguer, la playa de Castell -una de las únicas playas vírgenes de la Costa Brava- y multitud de calas encantadoras. A continuación, es muy recomendable hacer una parada en el Jardín Botánico de Cap Roig (con más de 1.000 especies vegetales de todo el mundo) para llegar después a Llanfranc y Tamariu. Te adentrarás más adelante en el bosque hasta salir a la playa de Aiguablava y Fornells. El final del camino -Begur- llega tras una fuerte subida.
Ruta circular
La ruta circular es mucho más larga (140 kilómetros), ya que empieza y finaliza en el interior: en la ciudad de Girona. Está pensada para hacerla en ocho días y, aunque es apta para todos los públicos, lo ideal es estar acostumbrado a este tipo de recorridos más extensos. Transcurre por el macizo montañoso de les Gavarres, el litoral de la Costa Brava y vuelve a Girona por la plana de l'Empordanet y la cima del Santuari dels Àngels. En este último lugar fue donde el pintor surrealista Salvador Dalí se casó con Gala. En este recorrido, además de playas paradisiacas, también disfrutarás de paisajes de montaña, bosques o de antiguas vías de ferrocarril reconvertidas en senderos. Hay diferentes puntos de interés que van a encantarte como la Ermita de Sant Elm: un impresionante mirador de la Costa Brava. También Pals y Peratallada, pueblos medievales esculpidos en la roca en los que da gusto pasear por sus callejuelas estrechas. O la montaña de Sant Miquel, con unas vistas que te dejarán sin palabras, un castillo medieval y una torre de telegrafía óptica del siglo XIX.
No todo es caminar
Sobre todo si es verano, anímate con algún chapuzón en alguna de las magníficas playas y calas por las que pasarás. En tus diferentes paradas, no te pierdas la comida y los estupendos vinos de la zona. Puedes probar la cocina marinera con mariscos de los pescadores locales servidos en algún restaurante a la orilla del mar. También puedes catar un vino Denominación de Origen Empordà o incluso darte un capricho en alguno de los establecimientos con Estrellas Michelin de la zona.