DÍA 1
El casco viejo de la ciudad, con paradas en sus principales museos y monumentos son el eje de nuestro primer día en Málaga.
Paseo por el centro histórico
Tras deshacer la maleta, empieza un fin de semana intenso. Puedes comenzar la mañana en la que seguramente sea la calle más emblemática de toda la ciudad: la calle Larios, peatonal, animadísima y llena de tiendas en la que te harás una idea del estupendo ambiente de Málaga. Un apunte: si vas en Navidad, no te pierdas el llamativo espectáculo de luz y sonido que se organiza en esta calle. El paseo desemboca en la bonita plaza de la Constitución, la zona perfecta para sentarte a tomar algo si todavía no lo has hecho. ¿Sabías que en Málaga hay hasta nueve formas distintas de tomar un café? Por ejemplo, un “sombra” es tres cuartos de leche y un cuarto de café.
A menos de 5 minutos andando, encontrarás la Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación, a la que llaman “La Manquita”, porque cuando la estaban construyendo se paralizaron las obras y se quedó sin construir su torre sur. Estas y otras curiosidades podrás verlas de cerca si te animas a visitar el monumento por dentro. Hay sobre todo una modalidad de visita muy curiosa que seguro te gustará: subir a las propias cubiertas de la Catedral a casi 50 metros de altura. Te aseguramos que las vistas desde aquí son incomparables. Merece la pena continuar el paseo por la encantadora calle de San Agustín, donde además está el Museo Picasso de Málaga, con más de 230 obras de este artista malagueño y universal. Muy recomendable.
Comida típica y monumentos con siglos de historia
Nuestro siguiente objetivo puede ser La Alcazaba, el palacio fortaleza que los gobernantes musulmanes construyeron en el siglo XI en el monte Gibralfaro. A sus pies verás que hay además un Teatro Romano que estuvo activo hasta el siglo III d.C. A estas horas se te habrá ya abierto el apetito. Estás en buen sitio para comer, ya que justo al lado hay tabernas tan típicas como El Pimpi, cuyos platos tradicionales ha probado desde la familia Picasso hasta Carmen Thyssen o Antonio Banderas. ¿Otros bares míticos del centro? Antigua Casa de Guardia o Restaurante El Chinitas. ¿Te apetece por ejemplo una porra antequerana (parecido al salmorejo) o un vino dulce?
Nuestro típico café de después de comer lo puedes disfrutar tomando el sol en alguna de las terrazas de la plaza de la Merced. Se trata de un lugar muy especial, pues justo aquí está la Fundación Picasso Museo Casa Natal. Es decir, la casa donde nació el genio malagueño y donde vivió los primeros años de su vida. De hecho, en la misma plaza puedes hacerte una foto con la estatua del artista. Muy cerca está también la iglesia de Santiago, donde Picasso fue bautizado.
Atardecer desde un castillo
¿Recuerdas que justo antes de comer te proponíamos conocer La Alcazaba? Seguramente te habrás fijado que ese palacio comunica con un castillo, el de Gibralfaro. De hecho, existe una entrada conjunta a los dos monumentos.
Si no viajas con tu coche, lo mejor para llegar a este castillo es que te dirijas hasta el paseo del Parque y cojas la línea 35 de autobús que sube hasta allí. Una vez llegues, hay un centro de interpretación para que conozcas la historia del castillo. Pero lo mejor es que desde este punto obtendrás fantásticas vistas de la ciudad, de la bahía de Málaga o de la plaza de toros de La Malagueta. De hecho, junto al castillo y al Parador encontrarás el famoso mirador de Gibralfaro. Así que, si puedes hacer coincidir tu visita con el atardecer, mucho mejor.