DÍA 1
El casco viejo de la ciudad, la Barcelona marítima y las vistas desde Montjuïc son el eje de nuestro primer día en Barcelona.
Paseo por el centro histórico
A primera hora de la mañana, toca empezar desayunando por la zona con más encanto de Barcelona, el barrio Gótico (¡aquí abundan las chocolaterías y pastelerías tradicionales!), y perderse por las callejuelas de la que fuera la Barcelona romana y medieval. Da un paseo recorriendo y contemplando la plaza del Rey, la Catedral, la Iglesia de Sant Felip Neri, los palacios de la Generalitat y el Ayuntamiento o la Iglesia de Santa María del Pi. Encontrarás rincones que parecen salidos de un cuento, como el precioso Puente del Bisbe que une la Generalitat con la Casa dels Canonges.
Desde aquí puedes acceder a la calle más famosa de la ciudad: La Rambla, 1.200 metros que ningún visitante de Barcelona se debería perder. Terrazas, artistas callejeros, floristas y quioscos te acompañarán en el camino y, a medida que avances, te irás encontrando con algunos lugares muy conocidos como el Mercado de la Boquería (¿te animas a hacer un taller de cocina española?), la plaza Real o el Gran Teatre del Liceu. Cuando La Rambla llega al mar, hallarás el icónico Mirador de Colom, al que puedes subir para ver Barcelona desde las alturas.
Comer con vistas al mar y teleférico a Montjuïc
Al final de La Rambla, llegarás a la zona conocida como Port Vell (puerto viejo). Si sigues caminando a través del Moll de la Fusta (muelle de madera), contemplarás esculturas contemporáneas, barcos fondeados… Así hasta llegar a la playa de la Barceloneta. Aprovecha para reservar mesa en alguno de los restaurantes de la zona especializados en paellas, fideuá y marisco. Y si es en una terraza con vistas al mar, mejor. Además, si hace buen tiempo y te animas, incluso puedes meterte un ratito en el agua.
Si ha sobrado tiempo antes de cenar y quieres tener unas vistas privilegiadas del puerto y la ciudad, una opción para pasar la tarde puede ser subir hasta la montaña de Montjuïc. Se puede llegar fácilmente desde la estación de Paral·lel, con el funicular y el teleférico. Allí está el Museu Nacional d´Art de Catalunya y la Fundació Joan Miró. Si vas justo de tiempo, mejor da un pequeño paseo por el bonito Parc de la Ciutadella, el pulmón de Barcelona.
Fuente Mágica y cena en El Raval o en el Born
Si has ido hasta Montjüic, aprovechando que estás por la zona, seguro que te gustará presenciar por la noche el espectáculo de luces, música y agua de la Fuente Mágica de Montjuïc (según la época del año, suele tener lugar entre las 20.00 y las 22.00 h.).
A la hora de cenar, puedes acercarte hasta el Born, barrio encantador donde los haya y de gente cool que cuenta con otros puntos fuertes de la ciudad como el Museo Picasso o la Iglesia de Santa María del Mar. Sin duda, ideal para cenar y tomar la primera copa.
Qué ver
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