Acaricie la escarpada silueta verde del Pirineo y observe cómo se ondula y pierde fuerza al acercarse a la Ribera. Perciba el olor a tradición que transmite la Ruta Jacobea, desde el legendario Roncesvalles hasta la ciudad de Viana. Saboree los colores de la fiesta: el blanco y el rojo invaden los Sanfermines y las celebraciones estivales. No pierda de vista la variada gastronomía de exquisitas carnes y sabrosas verduras de la huerta de la Ribera, acompañadas por los excelentes vinos de la región.
Tierra de tradiciones
Romerías, peregrinaciones como la Javierada, el día de la almadía, akelarres de brujas, Sanfermines, la caza y los carnavales, son las principales tradiciones que se viven en Navarra.
Buena mesa
Navarra conserva la tradición culinaria que se nutre de los productos que proporciona su variado paisaje y que hace de la comida un acontecimiento social. Los vinos tintos, rosados y blancos, los pinchos, las delicias de la huerta y los postres caseros le esperan.
Las cuatro estaciones
El Reyno de Navarra ofrece múltiples atractivos en cada estación:
- Primavera: el deshielo verde
- El verano: tiempo de fiestas
- El otoño: Navarra en ocre
- Invierno: pisar nieve virgen
Ambiente de fiesta
La principal de todas tiene lugar en Pamplona. Con el chupinazo del 6 de julio comienzan los Sanfermines y las calles se llenan de una sensación de hermandad en medio de la fiesta y la alegría. Las fiestas del norte llenan las calles con sus danzas y sus exhibiciones de deporte rural en contraste con los festejos del sur, donde las vaquillas son las protagonistas.
Caminos de historia
Los caminos crean historia y fomentan tradiciones, y en el Reyno de Navarra sobresale el Camino de Santiago, que ha dejado una huella imborrable en las costumbres y en su patrimonio. Otras vías con siglos de tradición son las calzadas romanas y las cañadas; Navarra ofrece además multitud de senderos de pequeño y gran recorrido.
Gente auténtica
En la arquitectura, en las tradiciones, en las danzas y en los deportes rurales percibirá el modo de ser y de vivir de los navarros: desde los cerrados valles del norte, que han delineado el carácter noble y amable de las gentes de los caseríos, hasta el sur, donde el sol se hace presente y se vive la calle.