El Mediterráneo que baña la Costa Daurada, al sur de Cataluña, ofrece 81 kilómetros para todos los gustos.
Disfrutar de sus playas de arena dorada y tranquilas aguas con certificaciones de calidad que se renuevan año tras año, ciudades con mucho ambiente nocturno, pueblos de pescadores que se suceden durante kilómetros, una buena dosis de cicloturismo, golf, actividades y deportes náuticos para toda la familia, además de una temperatura agradable todo el año.
La Costa Daurada es un territorio pionero en Cataluña en convertirse en un destino perfecto para viajar con niños. Dispone de establecimientos hoteleros adaptados para acoger con total comodidad a todos los miembros de la familia. De hecho, son varios los municipios que han obtenido la certificación de Turismo Familiar, como por ejemplo: Salou, Cambrils, Vila-seca, La Pineda Platja, Calafell, El Vendrell y las Montañas de Prades.
Un paraíso completo a orillas del mar
El mar marca el ritmo de la vida en la Costa Dorada. Aquí hallarás pueblos marineros como Altafulla o Torredembarra, perfectos para descansar y relajarte. Junto a ellos, existen opciones más activas en núcleos turísticos donde el ocio gira en torno a la playa. Nombres como Salou, Cambrils o El Vendrell no pueden faltar en tu ruta si quieres disfrutar de las noches de la costa de Tarragona.
En ellos además el mar Mediterráneo se convierte en protagonista, permitiendo disfrutar de numerosas actividades al aire libre. Windsurf, paddle surf y paseos en barco por la Costa Dorada son algunos de los atractivos que encontrarás por aquí. Además, dentro de los planes para toda la familia, está la visita al parque temático de PortAventura World.
Si buscas una experiencia más cultural, acércate a Tarragona. Aquí descansan los restos de la ciudad romana de Tarraco, como el anfiteatro o el circo romano, que conviven con la catedral de estilo gótico de esta ciudad cuyo conjunto arqueológico ha sido declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Como contraste, pasa por Reus, la otra gran ciudad de la provincia y localidad natal del arquitecto Antonio Gaudí. Aquí podrás conocer de primera mano cómo fue la vida de este genio y aprender más del modernismo en el Gaudí Centre.
Historia, tradición y buena mesa
La Costa Dorada tiene más alicientes aparte de sus playas. Escapadas culturales al interior, como al pueblo de Montblanc, te esperan. En este encantador pueblo medieval está el monasterio de Poblet, también Patrimonio Mundial, una joya arquitectónica que es además el panteón de varios reyes de Aragón, que fascinará a los amantes de la historia.
No lejos de allí, aguarda otra de las tradiciones más conocidas de Cataluña: los castells (castillos en catalán). Impresionantes torres formadas por personas se elevan varios metros de altura, en un ejercicio de coordinación y concentración, que podrás disfrutar en la región y especialmente en el pueblo de Valls. Si vienes para las fiestas de Sant Joan -23 de junio-, no olvides llevarte una instantánea de este momento único declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Redondea la experiencia en la Costa Dorada es hacerlo en torno a la mesa. Platos típicos como el rossejat –una receta que puede ser de arroz o fideos- y sobre todo los pescados, los mariscos locales, tanto en guisos como a la parrilla o las populares calçotadas. Todo ello maridado con los vinos que la Costa Daurada ofrece, con hasta seis denominaciones de origen distintas, que te dejarán un sabor de boca inolvidable.