Parque Natural de Sierra Nevada

Como un collar que rodease al Parque Nacional de Sierra Nevada, así es el parque natural del mismo nombre. Repartido entre las provincias de Granada y Almería, comparte con su homónimo muy buena parte de los valores de alta y media montaña que hacen del colosal macizo montañoso del sur un espacio único a escala continental. Una de las floras más variadas de Europa, decenas de insectos endémicos, picos blancos que buscan el cielo… e infinitas posibilidades para el senderismo de todos los niveles te esperan aquí.

En su día la Junta de Andalucía nombró Sierra Nevada entera como parque natural (1989), pero después el Estado declaró su núcleo central parque nacional (1999), quedándose este con la mitad de las hectáreas originales del primero. Aunque la mayoría de sus montañas más altas quedan en el nacional (encabezadas por el Mulhacén, cumbre máxima de la península ibérica), el cinturón exterior que supone este parque natural es ciertamente un espacio indiferenciable del otro, y de hecho ambos forman otro todo: la Reserva de la Biosfera de Sierra Nevada. Una buena forma de conocer Sierra Nevada es, cómo no, caminando. Por ejemplo rodeándola siguiendo el sendero de Gran Recorrido (GR) 240, llamado Sulayr (el nombre dado por los árabes al macizo: la Montaña del Sol). Son unos 300 kilómetros de recorrido circular (el mayor de este tipo de toda España) por los parques nacional y natural, divididos en 19 teóricas etapas, en un no parar de bellezas y variedades naturales y culturales.  Si no eres tan valiente (o no tienes tanto tiempo), posibilidades de recorridos más cortos no te van a faltar, a menudo por la periferia del parque natural.