El Emperador Carlos V era un amante de los jardines y la naturaleza, amor que su retirada a Yuste en 1554 deja patente. Desde Bruselas recibe noticias del enclave en el que se encuentra el monasterio, "... en un despoblado fresco y de muchas aguas de fuentes, con infinidad de frutas de todo género, de invierno y de verano... es la tierra más apacible y de mayor templanza y más recreación que hay en España" y decide crear allí "una casa suficiente para poder vivir con la servidumbre y criados más indispensables en clase de persona particular." Allí el Emperador se propone un acercamiento con la naturaleza que favorezca la meditación y la oración, "tomando pasatiempo en hacer un jardín en lo alto, que es donde está un terrado, el cual quiere cubrir y traer una fuente en medio del y a la redonda por los lados hacer un jardín de muchos naranjos y flores y lo mismo quiere hacer en lo bajo", donde creará un estanque con azulejos que, junto al que existe en la terraza inferior, daría al palacio el aspecto de su casa natal de Gante.
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Jardines del Monasterio de Yuste
Monasterio de San Jerónimo de Yuste
10430 Cuacos de Yuste, Cáceres (Extremadura)
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