Jardín de Aclimatación de la Orotava

El jardín de La Orotava nace de la preocupación por la aclimatación de las nuevas especies provenientes de América. Su existencia se debe al empeño personal y los fondos que destina el VI marqués de Villanueva del Prado, encargado por la Corona, entre 1788 y 1832. A mediados del siglo XIX, el jardín conoce un momento de esplendor con el jardinero Hermann Wildpret y desde 1941, cuando pasa al Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas, se desarrolla en él una gran labor científica. Se encuentran en él más de 3.000 especies fundamentalmente de flora exótica, alguna de las cuales de gran espectacularidad, como el Ficus macrophylla f. columnaris, de larguísimas raíces aéreas.