Ermita de Santa María de la Vega

La ermita de Santa María de la Vega, también conocida como la ermita del Cristo de las Batallas, tras su reciente restauración refleja de manera espléndida las peculiaridades del antiguo foco románico-mudéjar medieval de la ciudad de Toro.

Está situada a las afueras de la ciudad, en medio de un bosquecillo de pinos y junto al río Duero. Su diseño es el característico en este tipo de edificios románico-mudéjares. Construida en ladrillo visto, consta de una nave y ábside semicircular, precedido de un tramo recto. Se cubre con la tradicional armadura de par y nudillo en la nave, y por bóvedas en el resto. Su perímetro está adornado, tanto en el exterior como en el interior, con las clásicas arquerías ciegas de medio punto. En este caso son muy estilizadas, ya que se concibieron dobladas. Posee dos portadas, ambas con arquivoltas apuntadas y rematadas mediante un friso de esquinillas. En su interior, cabe destacar las pinturas murales de finales del siglo XV que decoran los muros del ábside.