El pueblo ha sabido conservar la famosa "arquitectura verata", tradicional de la zona: calles con regueras, plazuelas porticadas, casas de piedra, adobe y madera con balcones.
No solo su paisaje lo ha favorecido con una belleza singular, sino que sus habitantes han sabido cuidar y mimar un conjunto de arquitectura tradicional, hasta el punto que Valverde de la Vera ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico. De su castillo, de los siglos XII y XIV, quedan dos torres defensivas que hoy forman parte de la iglesia, ya que la Torre del Homenaje se construyó en el s. XV. La Iglesia de Ntra. Sra. de las Fuentes Claras, de los siglos XV y XVI, integra una bella mezcla de estilos, románico, gótico, renacentista e incluso árabe, con sendos retablos churrigueresco y románico. En la plaza mayor encontramos edificios de arquitectura tradicional. También es reseñable el rollo o picota, símbolo de su villazgo, de estilo gótico. Pero sin duda Valverde de la Vera es famosa por “los empalaos” de Semana Santa. Son penitentes vestidos sólo con unas antiguas enaguas y un velo que oculta su rostro, que cargan sobre los hombros con un timón de arado fajado a su cuerpo con una soga de esparto. Toda la población participa en el Vía Crucis en absoluto silencio.