Santa Pau destaca por su conjunto monumental medieval. La Vila Vella, la plaça de la Arqueria, el castillo y la iglesia de Santa María conforman un pueblo único, lleno de hechizo y magia. Gracias a la conservación de su patrimonio natural, el 81 % de su territorio es espacio protegido y forma parte del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa.
La localidad ofrece numerosas actividades, relacionadas en su mayoría con el deporte de aventura (quads, rutas 4x4, ascensiones en globo...); senderismo (existen numerosos itinerarios señalizados para escaparse por la montaña); rutas hípicas... Mención especial merece su gastronomía. Su producto más famoso son los fesols de Santa Pau, una legumbre muy popular. Cada año se celebra una feria gastronómica relacionada con esta especie de judía autóctona. Los embutidos, la miel, las farinetes de fajol y los yogures de la Fageda son otros de los platos del lugar.