Bañada por las azules y cristalinas aguas del Atlántico, Puerto del Rosario es una activa ciudad comercial repleta de atractivos turísticos.
Al abrigo de su importante puerto, la capital de Fuerteventura se desarrolló en forma de un pulcro caserío de calles blancas que se halla orientado hacia un pintoresco paseo marítimo. Y junto a ella, poblaciones de gran tipismo y un hermoso litoral dotado con modernas infraestructuras e ideal para la práctica del windsurf.
Puerto del Rosario surgió a finales del siglo XVIII como un pequeño núcleo ganadero en torno a la actual bahía. La ciudad, conocida entonces como Puerto de Cabras, se convirtió a mediados del siglo XVIII en un próspero puerto mercantil, hecho que favoreció en 1860 su declaración como capital de Fuerteventura, condición que hasta entonces había ostentado Betancuria.Ciudad excelentemente comunicada por vía marítima y aérea, Puerto del Rosario constituye en la actualidad la principal puerta de acceso a la isla, además de ofrecer numerosos atractivos turísticos, como son unas temperaturas suaves durante todo el año y las hermosas playas que pueblan su litoral. Playas como las de Puerto Lajas, Jarugo y Playa Blanca, ésta última dotada de modernas infraestructuras que incluyen hoteles, restaurantes, tiendas e instalaciones deportivas. Cualquiera de estos lugares reúne las condiciones óptimas para practicar el surf, el windsurf o la vela, sin olvidar las modalidades subacuáticas, como el submarinismo o la pesca deportiva.Cultura y patrimonioPaseando por el casco histórico de Puerto del Rosario, el visitante descubrirá un luminoso caserío de calles blancas en el que aguardan notables muestras de arquitectura, como la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, o la Casa-Museo Miguel de Unamuno, ubicado en una casa del siglo XIX. Fotografías, mobiliario de principios del siglo XX y otros efectos de la época configuran un interesante recorrido por este recinto, en el que se hospedó el escritor español.Otro reclamo turístico se localiza en el Paseo Marítimo, convertido en un auténtico museo al aire libre gracias a las esculturas de caracolas realizadas por el escultor canario Juan Bordes.AlrededoresDejando atrás la capital, Fuerteventura nos depara muchas sorpresas. La aridez de sus suelos ha dado lugar a la formación de barrancos, mientras que a lo largo del litoral se extienden playas paradisíacas de fina arena e increíbles dunas junto a un mar de aguas turquesas. Precisamente, el mar es uno de los mayores atractivos que ofrece la isla, no sólo por la fascinante riqueza biológica que esconden sus fondos marinos, sino por ser uno de los mejores lugares del mundo para la práctica de la navegación a vela y, sobre todo, del windsurf, deporte que cada año atrae al lugar a miles de aficionados y profesionales.La isla majorera cuenta con varios centros turísticos. En el extremo norte podremos visitar Corralejo, población que cuenta con una extensa playa de dunas. En el centro, a escasos kilómetros de la capital, se encuentra Caleta de Fustes. Más al sur, en la península de Jandía, se concentra la mayor infraestructura turística de la isla, con núcleos como los de Costa Calma, situado junto a la playa de Sotavento, y Morro Jable. Aquellos que lo deseen, podrán iniciarse en el windsurf y otras disciplinas náuticas como el surf o el submarinismo en cualquiera de las escuelas existentes en estos lugares.El escaso poblamiento de la isla ha permitido la conservación de ecosistemas casi vírgenes como el Parque Natural de Corralejo, que ocupa la franja nordeste de la isla y que destaca por sus imponentes dunas costeras. Frente a él se sitúa el Parque Natural del Islote de Lobos, con un valioso hábitat en el que se desarrollan especies de flora autóctonas. Por último, en el sur se localiza el Parque Natural de Jandía, espacio que alberga abundantes ejemplos de fauna y flora insular.GastronomíaLa gastronomía isleña se basa tanto en los productos de la tierra como en los excelentes pescados frescos que proporciona su litoral. Especies como la “vieja” (pescado autóctono), el chicharro o la sama se suelen servir fritos o asados, aunque también son típicas las salazones. En el apartado de carnes, hay que destacar el baifo (cabrito) asado y el cerdo al horno o adobado. Todo ello sin olvidar otras especialidades del recetario tradicional canario, como el puchero canario (guiso) y las papas arrugadas (patatas hervidas con piel) con mojos (salsas típicas). El queso majorero, elaborado a base de leche de cabra, goza de gran prestigio y cuenta con denominación de origen propia.Los únicos vinos de la provincia se producen en la vecina Lanzarote, en cuya denominación de origen sobresalen las magníficas producciones de la variedad Malvasía, con aromáticos vinos blancos y exquisitos dulces.