Los orígenes de Ponts se remontan a tiempos lejanos, ya que se han encontrado restos prehistóricos como el dolmen de Sols de Riu, o esculturas datadas en la Edad del Bronce.
La villa está dominada por el antiguo castillo, en ruinas; la iglesia románica, también en ruinas, del desaparecido monasterio; y la iglesia de Santa María, construcción gótica destruida en el siglo XIX durante las guerras carlistas, y reedificada posteriormente.
Ponts dispone de numerosos rincones por descubrir, como su paseo; el pasaje Pinyolá; la plaça Planell; la calle Mayor; la antigua muralla, o la calle de Santa María. Su situación, junto al río Segre, y el magnífico entorno que le rodea, permite la práctica de numerosas actividades lúdicas, como el piragüismo, uno de los deportes más tradicionales de la zona. La bicicleta de montaña; el motociclismo; el senderismo; la pesca y la caza; o los deportes de aventura, como el ráfting, la escalada o el rápel, completan la oferta.