La campiña sevillana, al este de la provincia, posee una villa ducal declarada Conjunto Histórico Artístico. El rico patrimonio monumental de su casco histórico destaca entre un caserío encalado típicamente sevillano.
Se trata de una oportunidad excelente de adentrarnos en la historia de esta comarca, que remonta sus orígenes a los Tartesos. Los yacimientos arqueológicos de Las Canteras y la Semana Santa de Osuna, declarada de Fiesta de Interés Turístico Nacional, ayudarán al viajero a conocer la esencia de estas tierras andaluzas.
Osuna, la Urso turdetana, se extiende por las laderas de un pequeño cerro, que sirve de atalaya sobre los extensos campos de olivos y cereal de la Campiña sevillana. Su prolongada historia ha legado interesantes monumentos y obras artísticas de las diversas culturas que aquí se asentaron.“Los Relieves de Osuna” son piezas turdetanas provenientes de yacimientos de esta zona, que se conservan en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Bajo el Imperio romano, esta localidad también tuvo una gran importancia, como se demuestra en los “Bronces de Osuna”, una compilación de leyes que también se encuentran en dicho museo.Del periodo musulmán, Osuna posee algunos testimonios arquitectónicos como la Torre del Agua y numerosos lienzos de sus murallas. La fábrica de ambos remite a la época almohade. La historia de la ciudad continúa con la reconquista a manos de Fernando III el Santo y su integración en la Orden de Calatrava, hasta que queda bajo el gobierno del Duque de Osuna. Es en este momento, entre los siglos XVI y XVII, cuando Osuna vive su periodo de máxima riqueza y esplendor, por lo que numerosas construcciones se enmarcan en el Renacimiento y Barroco españoles.Villa DucalUn buen ejemplo es el bello conjunto monumental formado por la Universidad, el Panteón Ducal y la Iglesia Colegial, que se enclavan en el promontorio que domina la localidad andaluza. En la sobria factura de la Universidad llaman la atención el patio porticado renacentista, el artesonado mudéjar del Paraninfo y las pinturas murales del Salón de Grados y la Sala del Oratorio.Por su parte, la Colegiata de Santa María de la Asunción (s. XVI), de estilo plateresco, cuenta con una magnífica colección de lienzos de José de Ribera “El Españoleto” (Museo de Arte Sacro). Estas tablas fueron realizadas para el duque de Osuna cuando era Virrey de Nápoles. A otro maestro del barroco español, Juan de Mesa, se debe la realización de la talla del Cristo de la Misericordia, en la Capilla de la Inmaculada. Adosada a la iglesia Colegial, se encuenta el Panteón Ducal, donde reposan los restos mortales de casi todos los duques de Osuna. Su patio y capilla son una de las muestras más armoniosas del Renacimiento andaluz.El monasterio de la Encarnación es otra importante construcción barroca que el viajero no debe perderse. Merece la pena detenerse en la cerámica trianera del siglo XVIII que lo adorna. Tallas de la escuela de Alonso Cano son algunas de las piezas de imaginería religiosa que atesora.En la Plaza Mayor, el centro del casco histórico, esperan importantes monumentos de la ciudad, como el Ayuntamiento, el Casino, el Convento de la Concepción y la Torre del Agua. Este bastión defensivo almohade alberga hoy en día el Museo Arqueológico, en el que se pueden contemplar restos prehistóricos, piezas ibéricas, terracotas romanas y ladrillos visigóticos, entre otras colecciones de bronces y monedas. El objeto más famoso es el “Toro de Osuna”, una pieza ibérica.Dentro de la arquitectura civil, los antiguos palacios del Marqués de la Gomera, de los Cepeda o de los Govanes y Herdara ponen de manifiesto el esplendor de esta ciudad sevillana. Multitud de iglesias, conventos y fachadas encaladas completan el panorama de este sector de la ciudad.Yacimientos arqueológicosA las afueras del caso histórico se encuentra un hermoso paisaje formado por tajos y farallones llamado las Canteras. Es aquí donde se ubica la Necrópolis hipogea y el teatro romano, entre otros restos arqueológicos que datan desde el siglo VII a.C. hasta la época visigoda.Osuna es un excelente lugar para disfrutar de la gastronomía y las tradiciones de la zona. Entre estas últimas destaca la celebración de la Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía. En estos días las calles se engalanan y procesionan las tallas centenarias de maestros de la imaginería religiosa barroca como Juan de Astorga, José de Mora o Juan de Mesa.Por su parte, la cultura sevillana también se transmite a través de sus pucheros. La ardoria, elaborado con ajo, tomate, pan, aceite, jamón y huevo cocido es uno de los entrantes más típico de Osuna. Así como el cocido ursaonés en el que se añade hueso, espinazo y costillar de cerdo a los garbanzos, puerros, zanahorias y cebollas. El comensal también deberá degustar otra elaboración propia de la zona como las repapalillas, compuestas por huevo, leche, harina, ajo, perejil, cebolleta y bacalao. Las patatas guisadas con cerdo, las migas y el cocido de habas y guisantes completan la oferta más autóctona. Y de postre, nada mejor que los dulces artesanos que preparan las monjas del Monasterio de la Encarnación.