Encaramado en lo alto de un altozano de forma ovalada, el pueblo de Montfalcó Murallat constituye un espléndido ejemplo de villa amurallada medieval perfectamente conservado en la actualidad. Su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural.
Aunque citado ya en el siglo X, las murallas que podemos contemplar hoy en día pertenecen al siglo XIII. Construida a base de sillería, rodean completamente el pequeño pueblo de la comarca de la Segarra y protegen su quincena de casas. Sólo poseen un único portal de entrada. Los rincones de este pueblo han conservado no sólo la arquitectura sino la esencia propia de un asentamiento medieval de este tipo. Su única calle recorre de manera casi circular el contorno del pueblo, y desemboca en una plazoleta central que conserva todavía la antigua cisterna que recogía el agua de los tejados de las casas, así como el horno de pan comunitario. Además de las casas, existe también la iglesia de Sant Pere, de origen románico, aunque muy reformada.