Manresa, en el interior de la provincia de Barcelona, es la capital de la comarca del Plà de Bages. Su casco urbano se extiende en una llanura desde la que se divisan los perfiles rocosos del Parque Natural Muntanya de Montserrat.
El caserío manresano se articula en torno a la Basílica de Santa María de la Seo. Esta estructura combina tanto elementos románicos como renacentistas, aunque su estilo principal es el gótico.
También son medievales los retablos que conserva, importantes muestras de la pintura gótica catalana. En el casco histórico sobresalen, además, el Ayuntamiento, el Palacio de Justicia y el Pont Vell. Este puente está asociado a la Manresa ignaciana, así como el conjunto arquitectónico de la Santa Cova. En este santuario residió durante su estancia en la ciudad San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. Por su parte, la arquitectura modernista tiene en Manresa algunas bellas construcciones, obras del arquitecto local Ignasi Oms i Ponsa. La Casa Torrents, la Torre Lluvià y la fábrica de harina La Florinda son algunas de ellas. Otras muchas fábricas de esta localidad conforman un interesante recorrido por la arquitectura industrial catalana.