Coronando una isla de profundos acantilados al norte y extensas playas al sur, Las Palmas de Gran Canaria se ha convertido en una ciudad que ofrece sol, playa y un excepcional legado histórico.
Temperaturas suaves durante todo el año hacen posible disfrutar de esta ciudad mestiza. La combinación de cultura guanche aborigen, pasado colonial, y el hecho de estar situada a 90 millas de las costas africanas, crea un carácter propio fruto de Europa, América y África.
La capital de la provincia oriental de las islas Canarias se articula en torno a dos puntos clave: Las Palmas de Gran Canaria y el Puerto de la Luz. Las palmeras, que crecen por todas partes en la isla, añaden exotismo a un trazado urbano de calles empedradas. Por su parte, la importancia del Puerto de la Luz desde el siglo XIX y sus relaciones comerciales con Gran Bretaña han hecho que la ciudad conserve bellas construcciones modernistas.Mestizaje culturalLos barrios históricos, pertenecientes a la ciudad antigua fundada por el adelantado de los Reyes Católicos Juan Rejón en 1478, son los de San Antonio, Vegueta y Triana. Aquí se asentaron los primeros colonizadores dando a sus calles un peculiar sabor entre colonial y andaluz. La Vegueta conserva arquitectura colonial de los siglos XV y XVI en bellos patios y balcones.El núcleo más cargado de historia es la Plaza de Santa Ana. A su vera tenemos una de las mayores joyas que atesora la ciudad: la Catedral. El templo canario posee una mezcla de estilos que va desde el gótico hasta el neoclásico, fruto de un largo periodo de construcción. Destacan su altar mayor y los tesoros de su Museo Diocesano de Arte Sacro.La Casa de Colón es una cita obligada para los que quieran saber algo más del descubrimiento de América. Se trata del antiguo palacio de los gobernadores de la isla que fue utilizada por Cristóbal Colón como residencia durante su estancia en Gran Canaria. Sus dependencias acogen un museo dedicado a motivos colombinos: mapas, maquetas, fragmentos de diarios de Colón...Para seguir ahondando en la cultura isleña hay otro hito obligado: el Museo Canario. Aquí se conservan importantes restos de la cultura guanche, los pobladores de las islas Canarias en la época precolombina. Su colección tiene gran valor arqueológico y antropológico. Otra oferta cultural nos la ofrece el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), que nos espera para mostrarnos las exposiciones más vanguardistas.En el también añejo barrio de Triana, más cercano al mar, podemos visitar el Gabinete Literario, declarado monumento histórico-artístico; y el Teatro Pérez Galdós, decorado con pinturas modernistas. En estas calles también podemos conocer la Casa Museo del citado escritor.Siguiendo el camino de la costa hasta el Puerto de la Luz y la Isleta (el otro núcleo de la ciudad), nos internamos en el casco moderno. Primero hay que pasar por la calle Triana: peatonal y uno de los mejores lugares de la isla para ir de compras. Casi al límite de la Ciudad Jardín –área residencial compuesta por construcciones de los más diversos estilos-, llegamos al gran pulmón verde de Las Palmas de Gran Canaria. Los Jardines Rubio y de Dorama cobijan el Zoo y el Pueblo Canario. Desde aquí, colina arriba, podemos subir al barrio de Altavista, desde donde obtendremos una de las mejores vistas del paraje circundante.Y llegamos al Puerto de la Luz. Construido en el siglo XIX, aquí da comienzo la zona más veraniega. El puerto y la playa de Alcaravaneras son los dos puntos claves de la zona. Dos de los mejores lugares para disfrutar de la noche canaria. Aquí la tierra forma una punta que se estrecha y tras la que luego se expande la Isleta. El istmo, propiamente dicho, es el barrio de Santa Catalina, donde se dan cita algunos de los mejores restaurantes para poder degustar los más sabrosos pescados y las más exóticas frutas, propias de este clima tropical. A un lado se encuentra el Muelle, mientras que al otro lado se extienden las arenas doradas de la Playa de las Canteras.Y ya estamos en la Isleta, barrio marinero y militar en el que todavía nos esperan algunas sorpresas. El Puerto ha marcado los nombres del lugar: la Ermita de la Luz y el Castillo de la Luz. El castillo fue la primera fortaleza construida en la isla en tiempos de la conquista, aunque hoy ha dejado de lado su origen defensivo y acoge diversas actividades culturales. Y, entre estos modernos paseos y urbanizaciones, encontramos el Mercado del Puerto. Se trata de una construcción de hierro forjado y estilo modernista que nos recuerda que nos encontramos en un antiguo puerto pesquero.Gran CanariaLas Palmas de Gran Canaria es un lugar perfecto para recorrer toda la isla. Más de 200 kilómetros de costas se ponen a disposición del visitante para ofrecer acantilados que bajan hasta el mar y playas como las de San Agustín, la Playa del Inglés o Maspalomas, son sólo un ejemplo. Lugares donde poder practicar deportes náuticos y terrestres, como el golf. Los niños también disfrutarán de las infraestructuras de la isla: parque acuático, circuito de karts, parque de atracciones, mini tren o camello safari son algunas de las posibilidades para los más pequeños.Los amantes de la naturaleza tienen la posibilidad de conocer muy diversos ecosistemas, distantes pocos kilómetros entre sí. El origen volcánico de la isla posibilita la contemplación de calderas y conos volcánicos. El clima subtropical ha conseguido una riqueza faunística y floral impresionante. Pero hacía el sur, todo lo que era exuberancia se transforma en un desierto de dunas, más propias de un clima semidesértico. El paisaje nos sigue sorprendiendo con bosques propios del Terciario, roques, presas naturales y barrancos.Por su parte, las villas, pueblos y ciudades nos trasladan a un periodo colonial, tanto en el interior como en la costa. Gáldar, Arucas, o Telde son algunos de los más interesantes. Cualquier de estos lugares nos ofrecerá una rica mesa basada en la gastronomía canaria. Potajes de verduras, adobos de atún, chorizos parecidos a la sobrasada, morcilla dulces (con pasas y almendras), son algunas de las especialidades de la zona. No hay que olvidar que nos encontramos en zona de clima subtropical, lo que proporciona aguacates, mangos y hortalizas, en general, durante todo el año. Entre los postres, los mazapanes son los de mayor fama. Los vinos de la Denominación de Origen de Gran Canaria son una buena opción para acompañar cualquier receta.