En la fértil comarca de la Hoya se asienta Huesca, protagonista de una historia de más de dos mil años de antigüedad.
El Coso, límite de las antiguas murallas medievales, delimita un interesante entramado urbano que se encuentra presidido por la Catedral.
Hace casi 2.500 años, sobre el actual emplazamiento de Huesca se encontraba Bolskan, enclave íbero que, a mediados del s. II a. C., era conocido como importante centro de acuñación de moneda.
Un siglo después, bajo dominio romano, Osca –nombre con el que fue rebautizada la población- se convirtió en el destino del exilio del pretor Sertorio, quien estableció allí un senado y el primer centro de estudios de Aragón y posterior Universidad Sertoriana, hecho éste último que dio un gran protagonismo cultural a Huesca hasta su cierre, a mediados del XIX.
El Coso, Joaquín Costa y la Ronda de Montearagón configuran en la actualidad el cinturón que rodea el empinado casco histórico oscense, en cuya cima se sitúa la Catedral.
Este templo gótico fue mandado construir por el rey Jaime I a finales del siglo XIII donde se cree que estuvo el foro de la antigua urbe romana. En la misma plaza de la Catedral, presidida por la figura de “La Moreneta”, se alza la Casa Consistorial (s. XVI), recia edificación aragonesa con torres en los laterales.
En la cercana plaza del Seminario se encuentra otro edificio de obligada visita: el antiguo palacio real de los reyes de Aragón (s. XII). Según cuenta la tradición, en él se produjo el suceso de la Campana de Huesca, que supuso la decapitación de doce nobles por orden de Ramiro II el Monje. Actualmente, este recinto lo ocupa el Museo Provincial, que alberga una importante colección de piezas arqueológicas y obras pictóricas.
En el entorno de la plaza del Mercado se encuentra San Pedro el Viejo (s. XII), monasterio románico primitivo que vale la pena visitar por ser uno de los templos más antiguos de la provincia. Tras la fachada se esconde un bello claustro conservado en sus formas primitivas y el panteón de los monarcas aragoneses Alfonso I el Batallador y Ramiro II el Monje.
El románico oscense tiene tres referentes importantes en la iglesia de las Miguelas, que vio la luz como hospital a principios del s. XII; la basílica de San Lorenzo, también de estilo románico y con planta en forma de parrilla invertida; y la ermita de Salas, edificada en el siglo XII.
En el Coso, donde en otro tiempo se levantaban las murallas, se puede visitar el parque municipal Miguel Servet, pulmón verde de la capital. El ambiente más popular de la ciudad se respira en las Cuatro Esquinas, en los Porches de Galicia.
Gastronomía y alrededores
Las carnes y los embutidos son dos de los principales reclamos de las excelencias culinarias de Huesca. El cordero asado, con la Denominación de Origen Ternasco de Aragón, es uno de los platos más emblemáticos de toda la región. Igual sucede con el bacalao, ingrediente indispensable en la elaboración del ajoarriero de Huesca (a base de bacalao, aceite y ajo) y la coliflor con bacalao. Otra opción pasa por los huevos al salmorrejo (especie de huevos escalfados con carne y embutido). En cuanto a los postres típicos, cabe mencionar las castañas de mazapán y las colinetas. En la provincia se producen excelentes vinos con Denominación de Origen Somontano.
Huesca cuenta con un rico patrimonio cultural y natural que atrae cada año a miles de visitantes. A unos kilómetros de la capital se encuentra el Parque Natural de los Cañones de Guara, espacio natural apto para la práctica de deportes al aire libre como el barranquismo.
El Pirineo aragonés posee innumerables atractivos para el turista. Su paisaje más característico es el formado por cumbres y verdes valles, como los de Ansó, Hecho o Tena, éste último declarado Reserva de la Biosfera. El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es, por su fauna y su alto valor ecológico, uno de los espacios protegidos más importantes del Pirineo. Por esta misma razón, el Monte Perdido se encuentra declarado Patrimonio de la Humanidad. A los pies de esta cumbre se sitúa el Parador de Bielsa, un acogedor refugio de montaña a orillas del río Cinca.
Las mayores alturas pirenaicas y los glaciares más meridionales del continente europeo se localizan en el Parque Natural de Posets-Maladeta y el pico Aneto (3.404 metros).
Los amantes de los deportes invernales tienen la posibilidad de disfrutar en el Pirineo oscense de algunas de las mejores estaciones de esquí de todo el país: Astún, Candanchú, Cerler, Formigal, Panticosa-Los Lagos, etc.
Por Huesca discurre el Camino Aragonés, variante del Camino de Santiago. Desde Francia, la senda entra en España por el alto de Somport (1.632 m.). Tras dejar atrás Candanchú y Canfranc, aparece Jaca. En esta localidad sobresale el Castillo, baluarte construido en el s. XII. En su casco histórico medieval puede admirarse la Ciudadela, mandada construir por Felipe II en el siglo XVI, y la Catedral de San Pedro, declarada Monumento Nacional. La ruta continúa por Puente la Reina de Jaca y Berdún hasta entrar en tierras navarras.