Enclavada en la Sierra de la Demanda, a orillas del río Oja, la villa de Ezcaray y sus alrededores son ideales tanto para aquellos que buscan descanso y tranquilidad como para los amantes de los deportes de montaña.
En su casco urbano despunta la iglesia de Santa María la Mayor, de los siglos XII al XIV, declarada monumento histórico artístico. Su estilo gótico aragonés es único en La Rioja.
Los torreones cilíndricos de la iglesia, que refuerzan sus ángulos, son los que le confieren aspecto de fortaleza medieval y palacio. En el exterior se aprecia una hermosa balconada, en la que aparecen tallados en piedra los escudos de los antiguos señores de la villa. La puerta de entrada principal de madera tallada es plateresca y data de 1532. La puerta oeste es manierista de mediados del siglo XVI. En el interior se descubre una iglesia de una sola nave con bóvedas de crucería y medallones.
También de interés es el conjunto que forman la Real Fábrica de Paños de Santa Bárbara, del siglo XVIII, y el edificio del tinte, conocido popularmente como “El Fuerte”. En los alrededores de Ezcaray, sorprende el paisaje de montaña, con arroyos, bosques y cumbres que superan los 2.000 metros de altitud.