El Camino de Santiago, Patrimonio de la Humanidad, al pasar por tierras navarras nos conduce a Estella.
Esta villa, atravesada por el río Ega, cuenta con un casco histórico medieval donde las construcciones románicas y góticas nos hablan de su esplendor histórico.
La capital de la comarca de Tierra Estella tiene sus orígenes en poblaciones romanas y vasconas, pero es el rey navarro Sancho Ramírez quien funda la ciudad actual para atender a los numerosos peregrinos jacobeos. Su situación en el Camino de Santiago y el hecho convertirse en corte regia, contribuyen a su prosperidad económica durante todo el Medievo.
Arte románico
Calles típicamente medievales nos conducen a joyas de la arquitectura románica. En lo alto de una gran escalinata se encuentra la iglesia cisterciense de San Pedro de la Rúa. Los elementos románicos de su estructura y decoración se dejan ver en su portada y claustro. Arcos de medio punto, decoración vegetal y figurativa conducen a los capiteles historiados de su claustro, un bello lugar donde pasear y observar su excelente factura de escenas bíblicas. En general, el barrio en el que se encuentra, en torno a las calles San Nicolás y Curtidores, es el más hermoso y monumental de la localidad
Merece la pena detenerse en el Palacio de los Reyes de Navarra, también llamado de los Duques de Granada de Ega. Se trata de una bella muestra de arquitectura civil románica, singular por su escasa presencia. Además de sus dos plantas de altura, destaca el capitel historiado que representa un episodio de la Leyenda de Roldán, motivo poco habitual en el arte románico. Sus otros capiteles cuenta con decoración vegetal típicamente cisterciense. Actualmente aloja al Museo Gustavo de Maeztu.
Una de las representativas portadas románicas se encuentra en la iglesia de San Miguel. La figura del Pantócrator (representación de Jesucristo en majestad) dentro de la mandorla y los tetramorfos (figuras de los cuatro evangelistas) son sus elementos más representativos, característicos del románico tardío. Una talla gótica flamenca de San Miguel y un retablo del siglo XVIII son los puntos clave en su interior.
Dentro de la arquitectura gótica de Estella son importantes la iglesia del Santo Sepulcro y el Convento de Santo Domingo. En la portada del Santo Sepulcro se puede apreciar la evolución entre el románico tardío y el primer gótico. Doce arquivoltas flanqueadas por dos hileras de apóstoles y un tímpano con esculturas de la vida y muerte de Cristo, es lo más llamativo de su portada. Por su parte, el convento muestra una única nave alargada.
El casco histórico, a dos lados del río Ega y que se cruza por el Puente de la Cárcel, cuenta también con palacios renacentistas como el de San Cristóbal (hoy Casa de la Cultura Fray Diego de Estella), y barrocos, como el Palacio de Justicia.
La Plaza de los Fueros es el centro de la ciudad, lugar donde se celebra el tradicional mercado y donde se alza la fachada neoclásica de la iglesia de San Juan. La plaza y las calles aledañas acogen al mercado medieval, cuando todos los vendedores se visten con trajes de la época y ofrecen sus mercancías como antaño. El convento de Recoletas, las ruinas de San Pedro de Lizarra y la Basílica de Nuestra Señora del Puy son las siguiente paradas. Se trata de un templo construido en los años 50 del siglo XX de factura moderna e inspiración gótica que alberga una talla gótica chapeada en plata de la patrona de la ciudad. El Paseo de los Llanos, paralelo al río, nos conduce al convento de Santa Clara y, camino de La Rioja, la iglesia de Nuestra Señora de Rocamador.