Los romanos dedicaron la urbe a la diosa Diana, haciendo de su puerto uno de los más activos de la costa española. Desde entonces hasta hoy, Dénia no ha dejado de ser visitada.
El castillo musulmán conserva muestras de estos orígenes en el Museo Arqueológico. Como monumentos en la ciudad destacan la Iglesia de la Asunción, del siglo XVIII, que acoge retablos renacentistas y barrocos, y el Ayuntamiento, que conserva en su fachada dos lápidas procedentes del antiguo templo de Diana. La avenida del Marqués de Campo, cosmopolita escenario de la fiesta de Moros y Cristianos, se complementa con el barrio de los pescadores, escenario más popular y extrovertido. Dénia tiene puerto comercial y náutico. Dénia posee 20 kms de costa, de arena fina al norte, y rocosa y escarpada al sur. En el municipio se encuentran infinidad de viviendas diseminadas, de una planta, pintadas de blanco con teja roja y el porche típico de la comarca, el “riu-rau”. Desde la carretera que va hasta Jávea, y que transcurre por el paraje de Las Rotas y el cabo de San Antonio, se puede acceder al Parque Natural del Montgó. En el cabo se aposenta un faro sobre 163 metros de acantilado.
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