Localizado en lo más profundo de la garganta que forma el río Mundo, en un singular y abrupto enclave natural, Ayna es uno de los pueblos más pintorescos de la zona.
Debido a su especial ubicación y con el fin de aprovechar la reducida superficie disponible, los habitantes de Ayna han utilizado para diversos cultivos las terrazas excavadas en las laderas del monte. Como muestra de su patrimonio histórico artístico, se conservan la ermita de Nuestra Señora de los Remedios, cuyo máximo interés reside en el artesonado de tradición mudéjar que cubre su nave; y el castillo de la Yedra, de origen islámico, situado en las proximidades de la población. A la salida del pueblo se encuentra el mirador del Diablo, de obligada visita, ya que ofrece una panorámica espectacular. También es de interés la cueva del Niño, con pinturas rupestres paleolíticas.
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