La capital de la comarca leonesa de la Maragatería ofrece un rico legado medieval, fruto de su ubicación en un cruce de caminos: el Camino de Santiago y la ruta Vía de la Plata.
Su recinto amurallado conserva iglesias, conventos y hospitales, que trasladan al viajero a la más pura tradición jacobea. Sobresale también en su trazado urbano una obra cumbre del arquitecto modernista Antonio Gaudí: el Palacio Episcopal. Astorga es, además, una buena oportunidad para disfrutar de la riqueza gastronómica de estas tierras.
Astorga aparece en la confluencia de dos importantes rutas españolas y, antaño, caminos de peregrinaciones. La más antigua de ellas, la ruta Vía de la Plata, remonta su origen a la época romana. Siguiendo este itinerario (Gijón-Sevilla) se transportaban los metales extraídos de las minas del norte peninsular a los puertos comerciales del sur. Durante la Edad Media fue recorrida por tropas árabes y cristianas, en tiempos de conquista y reconquista. Excelente vía de comunicación durante siglos, se convirtió en senda de peregrinación hasta Santiago de Compostela.
Hasta aquí conduce también el Camino de Santiago, ruta jacobea declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Formaba parte de un conjunto de sendas que recorrían Europa y el norte de España hasta Santiago de Compostela, ciudad santa por albergar el sepulcro del Apóstol Santiago. El casco histórico de esta localidad gallega es, asimismo, Patrimonio de la Humanidad.
Asturica Augustea
Y bajo el Imperio romano nace Astorga, la antigua Asturica Augustea . La mayoría de los hallazgos arqueológicos pertenecientes a este periodo históricose pueden visitar en la Ruta Romana. Un itinerario por interesantes restos romanos. Secciones de una basílica, termas, mansiones y parte del sistema de alcantarillado, son algunos de ellos.
La Puerta del Sol da entrada al recinto fortificado, en el que destaca la Catedral. La actual construcción comenzó a levantarse en el siglo XV, aunque los trabajos continuaron hasta el XVII. Así, su traza conserva tanto elementos góticos como renacentistas y barrocos, y obras de maestros de todos los tiempos. Los planos iniciales se deben a Gil de Hontañón, mientras que el Altar Mayor se encuentra firmado por Gaspar Becerra. La talla barroca de la Inmaculada es obra del genial escultor Gregorio Fernández, aunque también se conserva una escultura de la Virgen de la Antigua románica. Así mismo se puede admirar una arqueta de plata de Alfonso III el Magno de ejemplar factura. Otros importantes templos religiosos con yeserías barrocas son las iglesias de San Andrés, Santa Clara o San Bartolomé.
Antaño, a este conjunto de construcciones se sumaban hospitales de peregrinos. Hoy en día, el viajero se puede acercar a esta tradición de mano del Museo de las Peregrinaciones, alojado en el Palacio Episcopal. Se trata de un edificio neogótico obra del maestro modernista Antonio Gaudí. Otro notable monumento es el Ayuntamiento de la ciudad, barroco del siglo XVII. Esta obra de Manuel de la Lastra levanta su majestuosa fachada en la Plaza Mayor. Dos torres flanquean un hermoso balcón corrido de rejería y una espadaña sostenida con arbotantes. Colasa y Perico, los maragatos más populares de Astorga tocan las horas en una gran campaña de bronce.
El recorrido por esta localidad leonesa puede continuar en los Jardines de la Sinagoga, en el Parque del Aljibe, o en el Museo del Chocolate. Otra excelente opción es detenerse en alguno de los restaurantes de su casco urbano, para aproximarse a las recetas tradicionales de la comarca. La gran calidad de las legumbres leonesas se concreta en platos como el cocido maragato, que aquí se degusta en un orden inverso al tradicional. El comensal comenzará por la carne, chorizo y relleno, y terminará con los garbanzos, la berza y la sopa. La cecina (carne de vaca curada, secada y ahumada), el botillo (embutido de productos del cerdo cocido), la empanada berciana, el bacalao y las truchas son otras de las opciones más suculentas. Las manzanas reinetas, cerezas, peras, pimientos y castañas se incorporan en el recetario habitual de la región. Entre los postres, las mantecadas de Astorga son los más apreciados. Los vinos deben ser de la Denominación de Origen Bierzo.
Todo León
Desde Astorga se hace necesaria una visita a León, parada del Camino de Santiago y capital de la provincia. Las joyas principales de su arquitectura son la Catedral, la Basílica de San Isidoro y el Hospital de San Marcos (actual Parador de Turismo). La mejor muestra de la gastronomía leonesa habrá que buscarla en el barrio de El Húmedo, un entramado de calles donde las tapas (pequeñas raciones que acompañan a la bebida) servirán de adelanto a recetas más elaboradas.
Castrillo de los Polvazares, declarado Monumento Nacional, es una auténtica muestra de la cultura maragata. Calles empedradas conducen a recias casas de amplios portalones donde se respira la tradición leonesa. La cercana Sierra de Teleno posee un hábitat a orillas del río Duerna donde se dan cita ciervos y tejones, un lugar ideal para los amantes del medio natural. Excelentes enclaves para redescubrir oficios y usos antiguos son las poblaciones de Rabanal del Camino, Foncebadón o Quintanilla de Somoza.
Siguiendo la ruta jacobea alcanzamos Ponferrada y Villafranca del Bierzo. Es en Carracedo donde se levanta el monasterio de Santa María, declarado Monumento Nacional. Por su parte, Compludo nos ofrece la contemplación de una herrería medieval, mientras que Carucedo facilita la ascensión a Las Médulas. Estas montañas rojizas son antiguas minas de oro romanas, que han sido declaradas por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad tanto por su valor paisajístico como histórico.