Capital del antiguo reino de Sobrarbe incorporado al de Aragón en el siglo XI, la villa constituye un magnifico exponente del urbanismo medieval.
La Villa de Ainsa, declarada Conjunto-Histórico-Artístico, presenta en su casco antiguo un conjunto uniforme y apiñado de casas enormemente armónico, en el que destacan la esbelta torre de La Colegiata y el enorme recinto del castillo, casi tan grande como el resto del pueblo. Conserva casi totalmente las murallas que lo rodeaban, y está plagado de monumentos que nos retrotraen al medievo. Junto a la plaza, con soportales a los dos lados, destaca la iglesia románica de Santa Maria, de la primera mitad del s. XI. En ella podemos admirar su portada, una interesante cripta y su torre que domina el paisaje urbano. Algo posterior es el claustro realizado en pleno s. XIII. En el noroeste del casco urbano se conserva la ciudadela. Su origen es una torre pentagonal, construida a mediados del s. XI e integrada en el sistema defensivo, frente al peligro musulmán. Posteriormente esta fortaleza fue revitalizada a finales del XVI, construyéndose la actual ciudadela, dentro del sistema defensivo de la frontera de Francia. En conmemoración de la reconquista de la villa se celebra en septiembre una representación de moros y cristianos llamada “La morisma”.
Planes para inspirarte
En imágenes
Exposiciones, festivales, deportes…
Consulta algunos de los eventos más relevantes que podrás disfrutar en el destino.