Las principales áreas de producción vinícola de la isla se encuentran en las zonas de La Geria, Masdache y Tinajo, que abarcan los municipios de Yaiza, Tías, San Bartolomé y Tinajo. Es ahí donde descubrimos el hermoso contraste entre el negro suelo volcánico de Lanzarote y el verde de las vides. También que la arena volcánica es un manto térmico protector excelente, que preserva los nutrientes y la humedad de la tierra necesarios para la producción de la uva. Y que los muros de piedra volcánica construidos alrededor de las viñas las protegen de los vientos casi constantes.
Visitando alguna de las bodegas de la isla se puede conocer otras muchas curiosidades sobre la producción de los vinos lanzaroteños. Por ejemplo, que todas las labores del viñedo se realizan de manera manual porque el modelo de plantación impide la mecanización y el riego. Que existen dos formas de cultivo, el sistema de hoyos y el de zanjas, los dos igual de ingeniosos y originales. Y que la vendimia se realiza en julio, antes que en ningún sitio de Europa. La visita, además, te permitirá disfrutar de las distintas variedades de vino que se elaboran en Lanzarote. Son característicos los vinos de malvasía, principalmente blancos, aunque también se pueden encontrar tintos y rosados.