Cantabria de punta a punta
De San Vicente de la Barquera hasta Laredo, pasando por Santoña. Esa es la ruta sugerida para, en menos de 100 kilómetros, conocer lo mejor de estas tres villas marineras de Cantabria. El Parque Natural de Oyambre, próximo a la primera de ellas, es una síntesis casi perfecta de la rica fauna y flora de la zona. Una amplia flota de barcos pesqueros habita el puerto de San Vicente, lugar de paso del Camino de Santiago, en su ruta por el norte, y punto de partida del Camino Lebaniego. El patrimonio histórico heredado de la Edad Media incluye, entre otros, un castillo, un puente y una muralla.
Santoña es otro destino idóneo para entender el carácter de la gente del mar. Cuna de la técnica de salazón de las anchoas, esta villa tiene rincones como el Parque Natural de las Marismas o los faros del Pescador y del Caballo, cuyo acceso a través de unos 800 escalones de piedra es todo un reto.
Por último, la playa de La Salvé de Laredo, una de las más extensas del norte de España con casi cinco kilómetros de arena fina, permite imaginarse la importancia que tuvo y tiene aquí la vida marinera. Cada año, en septiembre, una gran fiesta recrea el histórico Desembarco de Carlos V en la villa, en el que dicen fue su último viaje antes de morir. Otra cita singular es la Batalla de las Flores, para la que su gente se prepara durante meses. El objetivo: diseñar la carroza más espectacular, decorada en su totalidad con flores naturales, en un ejercicio de precisión transmitido de generación en generación.
Imágenes de Laredo y Santoña
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Villas marineras