Tu recorrido puede empezar por la Ciutat Vella y conocer su lado más histórico, donde te trasladarás 20 siglos atrás. La Catedral, de estilo gótico, alberga el Santo Cáliz. Se cree que es el Grial que utilizó Jesús en la última cena, según constatan algunos estudios y documentos. Es sin duda un monumento arquitectónico que merece la pena descubrir tanto por fuera como por dentro. En el exterior vislumbrarás el campanario, conocido como el Miguelete, debido a que la campana mayor fue bautizada el día de San Miguel. Una vez estés dentro mira a todos lados, pero sobre todo, alza la vista para contemplar los frescos. Se consideran unos de los más importantes del primer Renacimiento español y que hasta hace unos años habían permanecido ocultos. Y si te has quedado con ganas de ver más, visita la Iglesia de San Nicolás de Bari apodada como la Capilla Sixtina valenciana.
