Las tapas son una especie de “aperitivo” y se suelen tomar con cerveza, vino o cualquier otra bebida. Las hay frías, calientes, servidas en tostas, en cazuelas de barro y muchos locales tienen “especialidades de la casa”. Aunque en principio están pensadas para abrir el apetito antes de comer o a última hora de la tarde, si acabas tomando varias, pueden sustituir a la comida principal o a la cena. Además de en los bares “de toda la vida” podrás encontrar y probar tapas en otros espacios más modernos de muchas ciudades como los gastrobares o los antiguos mercados reconvertidos hoy en mercados gourmets. Y si tienes suerte y coincide con las fechas de tu viaje, puede que en ese momento se esté organizando alguna “Ruta de la tapa”, perfecta para recorrer varios bares y elegir cuál es tu tapa favorita.
