Con dos denominaciones de origen y seis indicaciones geográficas, las viñas baleares han sido muy preciadas desde tiempos romanos. La influencia del clima mediterráneo ha hecho que, durante siglos, la uva producida in situ deje un sabor muy especial en las tres variedades de vinos, aunque la mayoría son tintos. Para adentrarte más en el mundo vinícola puedes visitar algunas de las bodegas que están repartidas por las distintas islas:
Las Islas Baleares son puro Mediterráneo, pero sobre todo son cultura, tradición, mar y vino. La viticultura de las tres islas principales está compuesta por todos estos aspectos, así que cuando vengas al archipiélago, brinda con una copa de vino y saborea tu viaje como nunca.
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Mallorca, no solo es la isla más grande, sino también la que cuenta con las dos únicas denominaciones de origen de las Islas Baleares: Binissalem —característica por tener la Sierra de Tramuntana de fondo— y Pla i Llevant —a nivel del mar—. En ambos lugares los paisajes son inigualables y las distintas bodegas repartidas por estas zonas ofrecen visitas guiadas para que perfecciones tus conocimientos y/o aprendas sobre su cultivo y producción.
Una curiosidad sobre los vinos de la isla de Ibiza es que a la hora de conservarlos en las barricas, utilizan tomillo para evitar que las cubas se obstruyan. De esta forma, le deja un aroma y sabor muy peculiar. Las hierbas aromáticas son muy comunes en este lugar. La elaboración de vino en Menorca recurre a los aromas frutales y las especias. Date el placer de maridar los distintos vinos locales con platos típicos baleares, desde un tumbet mallorquín, una caldereta de langosta a una coca. ¿Cuándo vienes a catar las Islas Baleares?