Aguas termales de Arnedillo

La senda termal de La Rioja

La Rioja

Una relajante experiencia en plena naturaleza


Los valles de los ríos Cidacos y Alhama son un lugar donde desconectar y sentirse bien. Basta con sumergirse en sus aguas termales, levantar la vista hacia las montañas y dejarse llevar por el momento. Ya sea invierno o primavera, es un placer que se puede disfrutar siempre.

Al sureste de La Rioja encontramos los valles de los ríos Cidacos y Alhama. Se trata de una zona rica en manantiales y aguas termales, que además está declarada Reserva de Biosfera por la UNESCO. Con tres balnearios y varias piscinas al aire libre en un radio aproximado de 50 kilómetros, estamos en la “senda termal de La Rioja”, una experiencia de bienestar natural sensacional.

Arnedillo, centro termal

El viaje comienza en el pueblo de Arnedillo, cuyas aguas termales se conocen desde la época romana. Del pueblo sale un itinerario de unos 600 metros, que recorre la ribera del río Cidacos hasta llegar al complejo termal, donde se encuentran el balneario y las pozas públicas del municipio. Estas fuentes termales están al aire libre y son gratuitas. En ellas, la temperatura del agua oscila entre los 38º y los 48º C, aumentando progresivamente en cada una de las pozas. Hay quien se baña además en el río para combinar los efectos relajantes y tonificantes del calor y el frío. Lo cierto es que la sensación de sumergirse en estas aguas cálidas en pleno invierno, con el bello paisaje montañoso de fondo, es increíble.

Atardecer en Arnedillo

Justo enfrente de las pozas municipales se sitúa el balneario de Arnedillo, que también cuenta con piscinas termales al aire libre. Este centro siempre ha sido pionero en el desarrollo de tratamientos e instalaciones que permitieran aprovechar las extraordinarias aguas de la zona. Aquí se puede desconectar de muchas maneras: disfrutar de sus programas de hidroterapia, una sesión de barros termales o un baño en su parque termal exterior son algunas opciones.

Triángulo termal

En los municipios de Grávalos y Cervera del Río Alhama hallamos los otros dos balnearios que, junto al de Arnedillo, forman el triángulo termal de La Rioja. El de Grávalos, a unos 33 kilómetros de Arnedillo, se construyó en el siglo XIX, en un entorno natural de singular belleza. Tras ser cuidadosamente rehabilitado, reabrió convertido en un moderno complejo termal con unas instalaciones de vanguardia. Entre sus distintos programas de salud y bienestar, se puede elegir el circuito romano-irlandés para relajarse en su piscina activa contemplando a través de las enormes cristaleras un precioso paisaje de viñedos y olivos centenarios.

Vistas del exterior del Balneario de Arnedillo
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