Al sureste de La Rioja encontramos los valles de los ríos Cidacos y Alhama. Se trata de una zona rica en manantiales y aguas termales, que además está declarada Reserva de Biosfera por la UNESCO. Con tres balnearios y varias piscinas al aire libre en un radio aproximado de 50 kilómetros, estamos en la “senda termal de La Rioja”, una experiencia de bienestar natural sensacional.
Arnedillo, centro termal
El viaje comienza en el pueblo de Arnedillo, cuyas aguas termales se conocen desde la época romana. Del pueblo sale un itinerario de unos 600 metros, que recorre la ribera del río Cidacos hasta llegar al complejo termal, donde se encuentran el balneario y las pozas públicas del municipio. Estas fuentes termales están al aire libre y son gratuitas. En ellas, la temperatura del agua oscila entre los 38º y los 48º C, aumentando progresivamente en cada una de las pozas. Hay quien se baña además en el río para combinar los efectos relajantes y tonificantes del calor y el frío. Lo cierto es que la sensación de sumergirse en estas aguas cálidas en pleno invierno, con el bello paisaje montañoso de fondo, es increíble.