Fin del mundo
El Cabo Fisterra es un lugar único: uno de los puntos más occidentales de Europa y al que los descubridores del Imperio romano bautizaron como finis terrae, es decir, el fin del mundo. Donde el sol se apagaba cada noche entre acantilados. Hoy este lugar sigue teniendo un encanto difícil de igualar, sobre todo si se vive un atardecer junto a su emblemático faro, se contempla la roca conocida como Centulo (demonio) o se pasa una noche en un coqueto hotel. Vistas de primera al fin del mundo.
Inconfundibles hórreos
Estas construcciones de piedra o de madera pensadas para guardar las cosechas son uno de los grandes símbolos de Galicia. No hay casa que se precie que no cuente con uno. Sin embargo, hay algunos particularmente especiales. Por ejemplo, en A Merca (Ourense) encontrarás un total de 34, la concentración de hórreos más grande de Galicia. Y si nos vamos hasta el mar, en plena ría de Pontevedra nos reciben casi junto al agua los bonitos hórreos de piedra de Combarro. Un lugar de auténtica postal.