El anfiteatro romano: construido en el siglo II d.C. y con un aforo de unos 14.000 espectadores. Se utilizaba para luchas de gladiadores y fieras, incluso para ejecuciones. Actualmente, se conserva gran parte de las gradas y de la arena. La catedral de Santa Tecla: la encontrarás en la parte alta de la ciudad, sobre las ruinas de un antiguo templo romano dedicado al emperador Augusto. De plaza en plaza: tres plazas con fragmentos del pasado. En la plaza del Fòrum se encontraba el foro romano. Hoy, todavía podrás ver buena parte de uno de los muros. Una gran explanada ocupa la plaza de la Font, que antiguamente fue el centro del circo romano. Por último, la plaza del Rey es la sede de la torre del Pretorio y del Museo Nacional Arqueológico.
