Durante años éstas estructuras de piedra seca han dado forma a numerosos y diversos paisajes de muchas de nuestras provincias, creando distintos modos de vivienda, agricultura y ganadería a la vez que permitían que se optimizasen los recursos naturales y humanos de cada localidad. Además, estas estructuras juegan un papel vital en la prevención de deslizamientos, inundaciones y avalanchas. El arte de la piedra en seco no hace uso de ningún otro elemento para su unión ya que la estabilidad de sus estructuras se garantiza mediante la cuidadosa selección y colocación de sus piedras. Estas construcciones de piedra seca se extienden principalmente en áreas rurales de las comunidades autónomas de Andalucía, Aragón, Asturias, Islas Baleares, Cataluña, Extremadura, Galicia y Valencia.
