Todos los actos y celebraciones de esta fiesta giran en torno al mundo ecuestre.
La Feria del Caballo de Jerez es alegría, diversión y animales de pura raza. La nobleza de los ejemplares que se pueden admirar durante su celebración la ha hecho famosa internacionalmente. De origen muy antiguo (1284), fue en un principio mercado ganadero, evolucionando a través de los siglos hasta convertirse en la actual suma de festejos. Entre ellos destacan los concursos y competiciones ecuestres, y las casetas que se instalan en el parque González Hontoria, que durante estos días engalana sus paseos y calles con guirnaldas y flores.
Durante esta semana festiva se realizan todo tipo de actividades relacionadas con el caballo, como concursos internacionales de saltos, doma, rally hípico, exposiciones de ganado selecto o subastas. Además, por el día, el parque González Hontoria se llena con cientos de jinetes, amazonas y carruajes que pasean por las calles del recinto ferial en un majestuoso espectáculo digno de contemplar. En este espacio se colocan las casetas de las hermandades y peñas, cuya decoración gira alrededor de una temática diferente cada año, premiándose a las mejores. En su interior se toma vino fino, se degustan los productos de la tierra y se bailan sevillanas hasta altas horas de la madrugada, en un ambiente de alegría y diversión increíble que parece transformar el parque en un gran tablao flamenco. Hay también puestos de comida, bebidas y atracciones infantiles. Los espectáculos taurinos, los concursos de sevillanas o los fuegos artificiales son otros festejos que completan el programa de la Feria.