Eduardo Chillida y Cristóbal Balenciaga comparten nexos biográficos, formales y filosóficos, a pesar de las tres décadas que distancian sus vidas y las diferentes disciplinas a las que se dedicaron.
Entre San Sebastián y París hay puntos de encuentro en torno a personas como Juana Eguren, Pilar Belzunce o el matrimonio Maeght. Observando sus obras pueden adivinarse otras confluencias: los estudios sobre el espacio, las geometrías envolventes, las superposiciones, el pliegue de la materia supeditada a la forma y una filosofía en común de rigor, armonía y proporción. En 1990 Eduardo Chillida crea la escultura Homenaje a Balenciaga dentro de una serie que dedicó a personas que admiraba. Partiendo de esta obra, la exposición propone el encuentro formal entre 42 obras de ambos creadores.
Chillida y Balenciaga. Plegar la forma
Aldamar Parkea, 6
20808 Getaria, Gipuzkoa (País Vasco)
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